En primer término, “esta especie de ‘estabilidad’ celebrada por el gobierno como resultado de las políticas implementadas, de ningún modo está resolviendo el escenario de escasez vigente, por el contrario, lo prolonga”, subrayó el Rosgan.

Esto es así –completó– porque “no hemos crecido en stock, simplemente se ha reducido la caída que se venía registrando en años anteriores. Es decir, la escasez de hacienda disponible para engorde sigue vigente”.

Algunos datos

Por ejemplo, el Rosgan citó que si bien la cantidad total de terneros y terneras lograda en 2021 fue ligeramente mayor a la conseguida en 2020 –se pasó de 14,307 a 14,458 millones de cabezas– esta cifra sigue siendo la menor de los últimos cinco años.

Asimismo, el informe elaborado por la experta María Julia Aiassa recordó que la cantidad de animales enviados a faena disminuyó 9% el año pasado (casi 13.000 cabezas menos) y que este año el primer trimestre muestra una continuidad de ese tobogán.

Bajo este panorama, “los datos de stock a inicios del ciclo, difícilmente permitan incrementar este año la tasa de extracción de animales, sin generar un impacto aún más negativo sobre el futuro stock”, advirtió el Rosgan.

En efecto, explicó que esta moderación de la caída en el stock nacional fue producto de una fuerte reducción en la tasa de extracción durante el último año. Es decir, la faena de animales se redujo al 24,2% del stock de animales disponibles a inicios del ciclo, luego de registrar tasas del 25,3% y del 26,1% en los dos años previos.

Menos productividad

Como dato adicional, la otra luz de alerta que encendió el Rosgan es al analizar la producción lograda por cabeza; o sea, la cantidad de carne producida por cada animal en stock; y “la tendencia decreciente se repite”, subrayó el mercado rosarino.

Tomando como base una producción total de carne que en 2020 se ubicó en a 2,97 millones de toneladas equivalente res con hueso, divididas por el stock total, equivaldría a unos 55,6 kilos de carne equivalente res con hueso por cabeza, el menor coeficiente de producción de los últimos cuatro años.

“Si bien el peso medio logrado por res se ha visto incrementado en un 1,4% durante el último año, pasando de 226 a 230 kilos, según datos oficiales, la productividad del rodeo ha bajado en un 4,2% al entregar 2,5 kilos de carne menos por animal en stock”, remarcó el Rosgan.

Sobre este punto, aclaró que el hecho de que haya mejorado el peso medio de faena se debe a que, por las intervenciones al mercado de la carne, muchos novillos quedaron retenidos de manera forzada, ganando kilos a pasto.

“Algo similar ha sucedido con categorías más jóvenes como novillitos y vaquillonas que, no pudiendo completar un engorde más intensivo -tradicionalmente a grano-, prolongaron su recría a campo ganando kilos a una menor velocidad. Dos factores que claramente han generado un retraso en la aparición de la oferta el año pasado y que podrían morigerar la caída en producción este año, pero que de ningún modo resuelven la escasez de hacienda con la que deberemos convivir no solo este año sino también muy probablemente el siguiente”, cerró el Rosgan. (Infocampo)