CAMPO
“Lotes verdes pasaron a color té con leche”: el panorama para el trigo, cada vez más grave
A nivel nacional, casi la mitad de los lotes sufren falta de agua. En la zona núcleo ya se habla de rindes de apenas 10 quintales. Las heladas son un problema peor que la sequía, y empezaron a aparecer plagas.
Los informes agrícolas que de manera semanal difunden la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, de alcance nacional; y la Bolsa de Comercio de Rosario, específicamente para la zona núcleo; muestran un escenario cada vez más complicado para la campaña triguera 2022/23, no solo por la sequía, sino por la sucesión de heladas que han agravado aún más la condición de suelos y cultivos.
Según el Panorama Agrícola Semanal de la entidad porteña, el 46,2% de los lotes de trigo en Argentina tienen una condición hídrica entre regular y seca, y el 34,3% del área presenta condición de cultivo entre regular y mala
“A la escasez de lluvias y las heladas alternadas con temperaturas altas, se suman la aparición de focos de plagas y enfermedades. De no concretarse las lluvias pronosticadas para los próximos días, y con las temperaturas en aumento, el actual escenario podría agravarse, incrementando las pérdidas de área y las mermas en los potenciales de rendimiento”, advierte la entidad porteña.
Y menciona también que, ante la falta de humedad, se han dificultado las labores de fertilización y controles químicos.
PÉRDIDAS DE TODO TIPO
“Productores reportan plantas espigando con pobre crecimiento, amarillamiento de tejidos, pérdida de área foliar y aborto de macollos. En las regiones más afectadas de las provincias de Córdoba, Santa Fe y el norte de Buenos Aires, han comenzado a resignar área cosechable”, subraya el relevamiento.
En estas zonas, y en el norte del país, la proporción de lotes en regular o mal estado supera la mitad (51,1%) y la llegada de lluvias en el corto plazo es esencial para evitar mermas adicionales sobre los rendimientos esperados.
En este marco, el sur del área agrícola, fundamentalmente el núcleo triguero bonaerense, sigue siendo la esperanza para evitar una catástrofe productiva: allí, un 73,3 % del área en pie mantiene una condición hídrica entre adecuada y óptima.
“En general, en estas regiones el cereal pudo ser fertilizado y, a pesar de presentar daños por heladas y bajas temperaturas, se espera que el mismo se recupere manteniendo un elevado potencial de rendimiento”, indica el informe de la Bolsa porteña.
ZONA NÚCLEO, BAJOS RINDES
En la zona núcleo, el reporte semanal de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) es lapidario: el porcentaje de lotes en condición regular a mala se elevó del 54% al 70% en solo una semana, y en algunos territorios ya hablan de rindes que apenas llegarían a 10 o 15 quintales por hectárea, en zonas que tradicionalmente rinden 40 quintales.
“’Sin lluvias a la vista, será una de las peores campañas de los últimos años’, dicen ingenieros de Marcos Juárez dónde el trigo suele producir 40 quintales de promedio, y por heladas y sequía estiman entre 15 a 20 quintales”, menciona la GEA.
Otros asesores, desde Cañada de Gómez, agregan: “Las heladas están haciendo más daño que la sequía. Los regulares pueden pasar de los 20 quintales si para de helar”.
En los alrededores de Rosario, en tanto, los monitoreos indican tallos que “pasaron de verdes a una coloración té con leche”, con una estimación de 30% menos de espigas. Aquí se habían fertilizado los lotes esperan alcanzar 50 quintales, pero admiten que apenas se alcanzarían entre 20 y 25.
Desde Bigand el panorama no luce mejor: “Están muy desmejorados, ya se notan pérdidas de plantas, hay mucho daño por heladas. Con este escenario estiman entre 10 a 15 quintales. Por decir un valor necesario, para detener una caída más grave, sería necesario más de 100 milímetros”.
La gran preocupación que generan estos rindes estimados es que aún si se alcanzaran valores de 25 quintales, que serían buenos bajo este panorama, significa una pérdida de más de 325 dólares por hectárea como margen neto en campo alquilado.
PANORAMAS PROVINCIALES
En tanto, la Bolsa de Cereales de Córdoba difundió en los últimos días datos correspondientes a diversas provincias del interior bajo su zona de influencia, que también pintan un paisaje opaco para la campaña triguera.
Córdoba. En agosto, el trigo sembrado en la provincia empeoró su estado general respecto a julio, disminuyendo la proporción de lotes en condiciones buenas, muy buenas y excelentes, y aumentando las regulares y malas. El cereal enfrenta estrés hídrico generalizado por falta de agua, sumado a estrés térmico por heladas que generó daños considerables en distintos puntos de la provincia. Además, alrededor del 40 % de los colaboradores reportaron plagas.
La Pampa. La última estimación indica que se sembraron 246.900 hectáreas con trigo, de las cuales un 5% se destinaría a cobertura. Este valor es el menor que se ha alcanzado en los registros de la entidad cordobesa (2018-2021).
Tucumán. Con la totalidad de los lotes en período crítico, el contexto incluye: falta de agua, heladas y presencia en incidencia de media a baja de arañuelas. Esto podría generar un gran perjuicio productivo debido a que dichos factores son limitantes en la definición de los rendimientos.
Santiago del Estero. La superficie sembrada sería de 250.000 hectáreas, lo que implica una baja interanual del 49%. El 19 % del área se sembró con destino de cobertura, pero de acuerdo con como continúe el contexto climático este porcentaje podría aumentar. El cereal se encuentra finalizando sus estadios vegetativos y comenzando con las primeras etapas reproductivas, en un contexto marcado por la baja humedad. La alternancia de heladas y elevadas temperaturas se adicionó a la falta de agua, lo que complicó aún más la situación del trigo, que evidencia un estado general principalmente regular y malo. Al acercarse el periodo crítico, de continuar esta situación los rendimientos se verían afectados.
San Luis. Se habrían sembrado unas 8.800 hectáreas con trigo. Esta superficie sería la menor de los últimos 4 ciclos (2018-2021) debido principalmente a las escasas reservas hídricas en el suelo, motivo por el cual se espera que una amplia proporción del área sembrada sea bajo riego. Por esto último es que las condiciones del 86 % del trigo durante la fecha relevada eran en su mayoría de buenas a excelentes, estando un 14 % de los lotes, principalmente aquellos en secano, en regular y mal estado. (Infocampo)
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