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Andy Muschietti y «Flash»: el desafío Keaton y su innovación tecnológica para el filme
El realizador argentino ya tiene peso propio en "Flash", nueva entrega de los estudios DC y Warner Bros, que estrena este jueves, charló con Télam sobre los desafíos que tuvo en esta producción.
Instalado en Hollywood desde hace una década, el realizador argentino Andrés «Andy» Muschietti ya tiene peso propio en «Flash», nueva entrega de los estudios DC y Warner Bros. que estrena este jueves y para la que el oriundo de Vicente López tuvo desafíos que fueron desde convencer a Michael Keaton para retomar su icónico papel de Batman hasta hacer uso pionero en el cine de una nueva tecnología de filmación.
«En mi trabajo con Keaton puse mucho foco en esa parte de la vida de Bruce Wayne (o Bruno Díaz) que nadie vio, casi 30 años más tarde de ‘Batman vuelve’ (filme de Time Burton estrenado en 1992). Para mí era muy importante que lo viéramos en un lugar y momento que no lo esperábamos. Necesitaba una transformación. Él estaba un poco reticente a eso», recordó Muschietti durante una entrevista con Télam en su paso por Buenos Aires.
«Yo quería -se explayó- que el punto cúlmine del cambio que iba a afrontar fuera Batman. Entonces, lo tenía que llevar al otro extremo, sobre todo para acrecentar el drama. Eso fue el foco de la conversación. Se lo pude vender, él estaba más orientado a ver a Bruce Wayne como la gente lo espera y yo quería que estuviera como la gente no lo espera. Y lo convencí».
Si bien el filme se centra en el personaje de Flash que una vez más encarna Ezra Miller, el de Keaton es piedra angular en la trama. A partir del encuentro Barry Allen/Flash-Bruce Wayne/Batman, la película toma otra forma, ritmo y profundidad. Pero, como dijo el realizador, la reunión entre ambos superhéroes no era la esperada. La aparición de Wayne se asemeja más a El Gran Lebowski que al bon vivant que se recuerda en «Batman vuelve».
Pero el trabajo sobre el Hombre Murciélago no se detuvo en la construcción del personaje, sino que también tuvo la libertad de crear todo su entorno: traje, Baticueva y el avión. «Son distintos y más avanzados. Son espacios muy estimulantes (para poder trabajar). Con personajes como estos, que tanto nos gustan, es buenísimo dejar libre a la imaginación y trabajar con el actor. Keaton creó a este personaje y hay que tener respeto por lo que pensaba», señaló.
En la película, Barry/Flash es un joven introvertido y traumado por el asesinato de su madre, por el cual es acusado su padre, por cuya inocencia el protagonista lucha. En una de sus ultrasónicas corridas, Flash descubre que puede viajar en el tiempo al pasado y, así, salvar a sus padres, Sin embargo, cualquier cambio que produzca detona en una ruptura espacio-temporal de consecuencias inimaginables.
Sin embargo, por detrás de la fachada de aventuras y acción que toda cinta del género demanda, en esta propuesta se encuentra la temática de la autosuperación y la necesidad de aceptarse a uno tal como se es: «La metáfora de la película es esa: hacer las paces con uno mismo, algo que Barry descubre después de un largo camino. Además, lo hace con las cualidades humanas y no con las del superhéroe», explicó.
«Yo tuve siempre confianza en la película, desde el principio. Desde el guion, que me gustaba muchísimo. Y esa confianza fue creciendo, en la preproducción, producción, posproducción y en la recepción»
«La excitación está en viajar en el tiempo -agregó- y cambiar algo que salió mal. Pero el camino es el aprendizaje. Barry está un lugar en el que a todos nos gustaría estar. Fijate lo que hace nuestra mente cuando pasa algo de lo que nos arrepentimos: recreamos la situación en nuestra cabeza para encontrar un final feliz; ese es el viaje en el tiempo, que nuestra cabeza hace y que nosotros nunca lo vamos a poder hacer, pero es una fantasía».
Sobre los desafíos que tuvo en esta producción conversó con esta agencia el realizador que, siempre codo a codo con su hermana y productora de todos sus trabajos, Bárbara Muschietti, continúa consolidándose en el epicentro del cine mundial, luego de «Mamá» (2013), «It (Eso)» (2017) e «It: Capítulo dos» (2019).
-Télam: ¿Cuáles fueron los desafíos narrativos que enfrentaste al hacer que el alter ego del protagonista fuera el mismo protagonista?
-Andy Muschietti: Fue muy divertido. Jugás con la especulación y enseguida te identificás con la idea de viajar al pasado y encontrarte a vos mismo. Lo divertido es que Barry crea una versión completamente distinta a lo que él fue porque, al salvar a la madre, el Barry del pasado vive cosas que el Barry del presente nunca vivió. Tiene otra vida y es otra persona. Hubo que generar esa pareja despareja, que es un poco la voz, el diálogo con el costado más naif de tu ser. Y Barry, al final, aprende más del niño, que el niño del adulto.
-También hubo un desafío técnico.
– Sí, claro. El problema estaba, aunque cuando te ponés a escribir no lo pensás mucho. Hay técnicas, pero cuando llegó el momento… hay muchos planos con doble fotografía. Me di cuenta de que todas las técnicas quedaron obsoletas. Hay una en la que dividís la pantalla, pero tenés que mandar al actor a que se cambie mientras dejás la cámara quieta. Eso es prohibitivo porque estás una hora con los brazos cruzados, sin poder trabajar. Hay otra, Motion Control, que es una máquina que mecaniza los movimientos. Hacés una pasada con el actor, todo queda grabado en la máquina, mandás al tipo a que se cambie y lo ubicás en donde tiene que ir; esto también te hace perder una hora. Todas estas técnicas quedaron obsoletas por el tiempo y porque no liberaban la cámara para moverla todo lo que quería. «Flash» está filmada con cámara en mano en un 80 por ciento, da vueltas y vueltas alrededor de los personajes… queríamos hacerlo y dimos con una tecnología, que es un escaneo del actor y con uno que se parece. Con las escenas montadas, Ezra (Miller) reactúa el otro personaje con una especie de cámara y eso te permite recrear un personaje digital, pero hiperrealista. Al ser digital, es 3D, y lo podés poner donde quieras, entonces le poníamos el Ezra digital al otro actor. Es complicado, nunca lo había hecho nadie en cine. Pero nos comprometimos y la gente de la compañía lo refinó hasta el final.
– Has dicho que jamás cambiarías a Ezra como intérprete de Barry/Flash. Sin embargo, debido a los problemas legales que tuvo los últimos dos años, ¿temiste que el proyecto fuera cancelado?
– Yo tuve siempre confianza en la película, desde el principio. Desde el guion, que me gustaba muchísimo. Y esa confianza fue creciendo, en la preproducción, producción, posproducción y en la recepción. Así que no, nunca tuve miedo de que el proyecto se caiga.
Fuente, Diario Telam
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