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Argentina apuesta al biochar: cómo es la innovación forestal que ayuda a capturar carbono

El país avanza hacia una nueva economía de carbono basada en la transformación de residuos forestales y agrícolas. El biochar se consolida como una herramienta para capturar CO₂, regenerar suelos y abrir mercados millonarios de créditos de carbono.
La Argentina dio un paso más en su transición hacia una bioeconomía baja en emisiones.
Durante el encuentro “Biochar Forestal: Carbono y Negocios”, más de 200 personas siguieron en vivo las presentaciones de especialistas nacionales e internacionales que coincidieron en un punto: el biochar es una oportunidad estratégica para combinar innovación tecnológica, mitigación climática y desarrollo sostenible.
El evento —organizado por la Iniciativa Biochar Argentina, con apoyo de AFoA y la Mesa Argentina de Carbono— puso sobre la mesa los avances científicos, normativos y productivos que pueden posicionar al país como líder regional en la generación de créditos de carbono a partir de residuos forestales y agrícolas, un mercado global que podría superar los USD 3.000 millones en la próxima década.
DEL RESIDUO AL RECURSO: INNOVACIÓN Y ECONOMÍA CIRCULAR
La investigadora Mara Volpe (Cyclus SA) explicó que el biochar es una de las tecnologías recomendadas por el IPCC para alcanzar los objetivos de emisiones netas cero.
Se llama así por su origen inglés: la suma del prefijo bio y “charcoal” (carbón vegetal). Por eso también es conocido como “biocarbón”.
Este insumos se produce al calentar biomasa (residuos orgánicos) a altas temperaturas en ausencia de oxígeno (la pirólisis) y se utiliza principalmente como enmienda para mejorar la fertilidad del suelo, ya que ayuda a retener agua y nutrientes, promueve el crecimiento de microorganismos beneficiosos y puede secuestrar carbono de forma estable.
“Cada tonelada aplicada puede capturar hasta 2,7 toneladas de CO₂, además de mejorar la estructura del suelo, la retención de agua y la disponibilidad de nutrientes”, destacó la especialista.
Por este motivo, Argentina, con su sólida base forestal y agroindustrial, tiene el potencial de liderar una transición hacia una economía de carbono negativa, transformando residuos que hoy son un pasivo ambiental en un insumo valioso.
EL CARBONO COMO ACTIVO ESTRATÉGICO
En la misma línea, Juan Pedro Cano, coordinador de la Mesa Argentina de Carbono, remarcó que los créditos de carbono representan “Una herramienta clave para atraer inversiones y canalizar financiamiento privado hacia proyectos sostenibles”.
Según el especialista, la consolidación de un marco normativo nacional y trazable permitiría que Argentina se posicione como un proveedor global de soluciones de reducción de emisiones, generando empleo, divisas y desarrollo territorial.
Uno de los casos más destacados fue el Proyecto Santo Domingo, en Corrientes, presentado por Pablo Ivaciuta (GMF). Se trata de una planta modular de pirólisis que procesa 13.600 toneladas de biomasa al año, eliminando unas 5.000 toneladas de CO₂e anuales.
Además de su impacto ambiental, el proyecto genera empleo rural, capacitación y transferencia tecnológica, consolidando un modelo productivo de triple impacto.
ESTÁNDARES INTERNACIONALES Y TRAZABILIDAD
El encuentro también abordó el desafío de certificar los proyectos bajo estándares internacionales.
En tanto, Kranav Sharma (Verra) explicó la metodología VM0044, que permite certificar créditos de carbono derivados del biochar. La próxima versión (v2.0), prevista para 2026, ampliará su alcance a nuevas biomasas e instalaciones, fortaleciendo la trazabilidad global.
A su turno, Diego Jarrín Valencia (Biocarbon Standard) presentó la metodología BCR0011, que certifica la producción sostenible de biochar en el Sur Global, alineada con el Acuerdo de París y los estándares ISO 14064.
“El desafío en América Latina será avanzar en marcos regulatorios y alianzas regionales que faciliten su adopción”, advirtió.
FORESTACIÓN Y ACCIÓN CLIMÁTICA
El cierre estuvo a cargo de Ariel López Mato (UNITÁN), quien presentó el Plan de Forestación Intensiva de la empresa, certificado bajo el estándar VCS de Verra.
Con más de 3 millones de árboles plantados y 65.000 toneladas de CO₂ capturadas, UNITÁN proyecta expandirse a 3.000 hectáreas adicionales, integrando producción, conservación y energía renovable.
“Es un modelo de economía circular real, que combina desarrollo industrial con acción climática concreta”, resumió López Mato.
IMPACTOS CLAVE DEL BIOCHAR FORESTAL
- Secuestro estable de CO₂ por siglos.
- Regeneración de suelos degradados y mejora de la productividad.
- Conversión de residuos forestales y agrícolas en valor económico circular.
- Apertura a mercados de créditos de carbono y nuevos negocios sostenibles.
UNA OPORTUNIDAD ESTRATÉGICA PARA EL PAÍS
“El biochar representa una convergencia poderosa entre ciencia, productividad y compromiso ambiental”, afirmó Pablo Nardone, coordinador de la Iniciativa Biochar Argentina.
Desde la organización impulsan el desarrollo sostenible del biochar en el país, transformando residuos de biomasa en recursos valiosos que mejoran la calidad del suelo, impulsan la captura de carbono y benefician tanto a comunidades rurales como a industrias.
Con una base científica sólida y una red de proyectos en expansión, Argentina empieza a posicionarse en la frontera de una bioeconomía innovadora y climáticamente inteligente.
Por Infocampo
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