Miércoles 30 de Octubre de 2024

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NOTICIAS DEL FOLKLORE

Yuyo Gonzalo recuerda a su maestro Horacio Guarany a 95 años de su natalicio

El 15 de Mayo hubiera cumplido 95 años Eraclio Catalín Rodríguez conocido popularmente como Horacio Guarany, considerado el “ídolo de multitudes” uno de los máximos referentes del folklore argentino contemporáneo, quien murió a los 91 años dejando un importante contribución a la música popular argentina, y Yuyo Gonzalo lo recuerda con 95 canciones, junto al Chaqueño Palavecino y Facundo Toro

Considerado por muchos como el cantor más exitoso de la historia del folclore argentino, la voz de Horacio Guarany se calló en la madrugada de un13 de enero de 2017, a sus 91 años, a causa de un paro cardiorrespiratorio, mientras descansaba en la tranquilidad de su residencia “Plumas Verdes” en Luján.

Cantante, autor, poeta y compositor de música folclórica, fue, sin dudas, un referente del género, con importantes colaboraciones con figuras de la talla de Mercedes Sosa, César Isella o Soledad Pastorutti y Los Nocheros, más acá en el tiempo; habiendo recibido destacados galardones como el Konex y el Gardel, elogiando el peso de su música para la cultura popular.

Con una trayectoria de setenta años, en la que editó más de 60 discos, muchos de repercusión masiva, 308 canciones propias registradas oficialmente en Sadaic, algunos que fueron himnos engalanados por el éxito como “Si se calla el cantor”, “Amar amando”, y “Caballo que no galopa”, Guarany fue figura excluyente del Festival de Folclore de Cosquín, evento del que participó en su primera edición en 1961.

ERACLIO CATALIN RODRIGUEZ:

Nacido en 1925 en la localidad santafesina de Las Garzas como Eraclio Catalín Rodríguez, Guarany fue reconocido como cantor, escritor y decidor; todas actividades en las que daba rienda suelta al imaginario popular gaucho, con interpretaciones sobre el amor, los trabajadores y sobre todo las injusticias y la lucha contra el autoritarismo, lo que lo convirtió en la figura más carismática del folclore argentino.

Se inició desde muy chico con la Orquesta de Herminio Giménez interpretando música paraguaya y en idioma guaraní y en 1957 cuando debutó en Buenos Aires en la histórica Radio Belgrano con el tema de Ramón Ayala y Vicente Cidade, “El Mensú”.

Antes cantó boleros, tangos y otro tipo de canciones populares en un boliche del barrio de La Boca para sobrevivir, a la espera de que la suerte estuviera de su lado.

Apodado por sus amigos como “el Cabezón”, Guarany fue un artista con una vida ajetreada y reconocido por muchos como un hombre de inmenso éxito también con las mujeres, con infinidad de romances, entre los que se contó el que tuvo, cuando ambos despuntaban a la fama, con la cantante Gina María Hidalgo, que popularizó y convirtió en éxito absoluto su canción “Amar amando”.

Amante confeso del vino, su historia personal conoció el éxito de los escenarios del país y el mundo, siendo el primer folclorista en tocar en la Unión Soviética con una gira de dos meses que compartió con César Isella y Los Fronterizos, además de vender millones de discos, escribir y publicar libros propios y participar de películas.

LA VIDA EN EL EXILIO:

En diciembre de 1974 debió abandonar el país a consecuencia de las amenazas de muerte y atentados que recibió por parte de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), refugiándose primero en Venezuela, luego en México y finalmente en España, donde vivió cuatro años.

Durante la última dictadura cívico militar fue censurada la difusión de algunas de sus canciones como “La guerrillera” o “Coplera del carcelero”, no obstante lo cual retornó al país en diciembre de 1978.

En enero de 1979 sufrió un nuevo atentado por medio de un explosivo, esta vez en su casa de la calle Manuel Ugarte, en la ciudad de Buenos Aires, aunque decidió quedarse en el país y circunscribió su actividad solamente a presentaciones en pequeñas localidades del interior.

Fue pionero del primer Festival Nacional Mayor de Folclore de Cosquín, en 1961, y su figura arrastró verdaderas multitudes por las calles de esa ciudad serrana, adonde no volvió en las últimas ediciones del festival por desacuerdos con la Comisión Organizadora.

Setenta años de trayectoria hablan de más de 60 discos entre originales y compilados, además de trabajos en colaboración con César Isella, Mercedes Sosa y Soledad Pastorutti, entre muchos otros.

Su actividad no sólo quedó registrada en piezas musicales, sino también en sus libros, donde retrata sus vivencias, alegrías, tristezas y enseñanzas: se trata de las novelas “Sapucay”, “Las cartas del silencio”, “El loco de la guerra”, “Mujer de la vida” y el libro de anécdotas y relatos autobiográficos “Memorias del cantor”.

También experimentó con el cine (ver página 2) como intérprete en recordados filmes como “Si se calla el cantor”, una cinta de alto contenido social; “La vuelta de Martín Fierro”, del que también se grabó un disco con la banda de sonido; el documental “Argentinísima”; y después de muchos años de ausencia cinematográfica, el cineasta Fernando Mussa lo hizo protagonista de “El grito en la sangre”, que se estrenó en Argentina en 2014 (basada en “Sapucay”).

El rock también reivindicó la figura de Guarany y los principales homenajes partieron de bandas de rock duro y heavy metal como Hermética que versionó “Si se calla el cantor” en un disco en vivo, también lo hizo Malón en otro álbum. Mientras que La Renga suele tocar en vivo “Bebe vino”, además de que en 2014 Gabo Ferro versionó “Coplera del Prisionero” de Armando Tejada Gómez y Guarany para un disco de canciones prohibidas por las dictaduras militares de los 70.

Su música estuvo relacionada frecuentemente con la denuncia social, ya sea de causas en las que daba voz a aquellos que no podían expresarse como de las propias, entre las que destacan los temas en los que daba cuerpo al dolor del exilio.

En el aspecto político, “Horacio Guarany toda una vida”, afirmaba por entonces que el cantor separaba “la ideología política de los valores”, lo que le permitió tanto estar afiliado al Partido Comunista tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón en la década del 50 como expresar en la década del 90 que Carlos Menem era “el mejor presidente de los argentinos” y apoyar las leyes del indulto a los militares condenados por los crímenes de lesa humanidad.

“Él separa la ideología política de los valores, y sus valores esenciales no cambiaron nunca: honradez, honestidad, vergüenza. Pero en la política no se fija. Fue amigo de Cámpora, de Alfonsín, de Duhalde, de Menem. Quizás no supo diferenciar entre esa ‘amistad de asados’ y lo referente a apoyar una política, o no supo diferenciarlo a tiempo”, afirmaba Stahli en abril pasado.

A lo largo de su carrera recibió distinciones por su trayectoria y labor cultural, como el premio Konex de 1985 y 1995 o el nombramiento como Ciudadano Ilustre de Buenos Aires y de otras ciudades del interior del país.

SU VIDA PERSONAL:

Más allá de incontables romances, Guarany estuvo casado en dos oportunidades, primero con Juana “la Colorada”, con quien tuvo su hijo Horacito, guitarrista del que luego se distanció, y con su actual esposa, Griselda, con quien tuvo a Francisco (“Panchito”, como le decía), y con quienes vivía desde hace años en la quinta “Plumas Verdes”, cerca de la Basílica de Luján, a la que le compuso la canción “Romance de plumas verdes”.

Amante de los encuentros y del buen beber, Guarany mismo reconoció parcialmente una famosa anécdota en la que se decía que de las canillas de su casa salía vino.

Es que según esa historia que luego tomaría proporciones míticas, en una ocasión en que amigos músicos y de las artes irían a su casa de la calle Manuel Ugarte bautizada como “El templo del vino”, en el barrio porteño de Coghlan, había preparado lechones, costillares y otras delicias asadas pero no se veía la bebida por ninguna parte: ese día Guarany había vaciado el tanque de agua de la casa, lo llenó de vino e invitó a los comensales a servirse directamente del grifo.

SU PLUMAS VERDES HOY:

Es muy recomendable, para pasar un dia en flia, el lugar está ubicado en el km 70, Colectora acceso Oeste entre Las Magnolias y Las Cretonas en Lujan, sobre un amplio parque de frondosa arboleda. Posee juegos para los chicos, con muy buena atencion, la comida es excelente, empezando por las empanadas que son fritas, pero sequitas y crocantes, Sistema de tenedor libre o a la carta. Muy conveniente el precio del libre (entradas de fiambre y empanadas, variedad de casuela parrilla con achuras carne y lechon con guarniciones de papas fritas o ensaladas y postre). Es una parrilla que con un autentico asador criollo, todo muy bien servido, y luego por la tarde disfrutar de la pileta con mate y tortas fritas.

Es un eblematico lugar, todo con mucha historia de la vida artistica de Horacio Guarany, donde podras encontrar entre otros un cuadro que se lo dedicò especialmente a èl, el pintor Carlos Vilarò, en el comedor y todas las paredes con poemas y fotos de la historia del cantor. 

COMO LLEGAR: 

Tomar Acceso Oeste hasta el km 70 en Luján. Luego, Colectora acceso Oeste entre Las Magnolias y Las Cretonas.

Tel: Reservas – 011 1559055029 o 02323 434231 

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