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01/12/2024

SIDA, la epidemia más devastadora de la historia desde 1981: en 43 años se cobró más de 42 millones de vidas

Fuente: telam

El Día Mundial de la Lucha contra el Sida se conmemora cada 1° de diciembre. Su origen no está vinculado a un caso específico sino al esfuerzo mundial para concientizar sobre la incidencia del virus VIH, promover la educación, prevención y cuidado de las personas afectadas

>Las manchas de color rosado en la piel de las primeras personas que fueron diagnosticadas con el virus de VIH hizo que, erróneamente, apuntaran a que se trataba de una nueva enfermedad que afectaba solamente a la comunidad homosexual y en los medios de comunicación no tardaron en llamarla “Peste Rosa”. El pánico se había instalado.

Desde entonces, ya pasados 43 años de aquella fecha, el VIH/SIDA se cobró las vidas de más de 42 millones de personas, según ONUSIDA, y generó un impacto social que obligó a transformar los sistemas de salud, las leyes y hasta las relaciones humanas, sobre todo los encuentros sexuales.

Con el objetivo de profundizar campañas de prevención, educación y seguir concientizando, desde 1988, cada 1° de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. La fecha fue establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Como iniciativa surgió en un momento crítico: en los años 80 la epidemia crecía velozmente y enfrentaba fuertes estigmas, desinformación y falta de tratamientos efectivos. Por esto, James W. Bunn y Thomas Netter, oficiales de información pública de la OMS, propusieron tener un día para crear conciencia en todo el mundo e hicieron foco en los jóvenes, entonces, la población más vulnerable.

El primer síntoma social ante el desconocimiento del nuevo virus mortal comenzó a generar una ola de pánico. Se lo llamó “cáncer raro” y hasta “cáncer gay” cuando se creyó que solamente afectaba a los hombres que mantenían relaciones sexuales entre sí.

Cuantos más casos se fueron sumando a los primeros cinco descubiertos en Los Ángeles, el pánico social sumó el rechazo a quienes presentaban las “temidas” manchas rosadas en la piel. Poco después, los diagnósticos médicos confirmaron que también afectaba a las personas que se inyectaban drogas compartiendo jeringas y a pacientes hemofílicos. Comenzó de esa manera la que se convertiría en la peor epidemia social y sanitaria de la segunda mitad del siglo XX: en 1982, ya con evidencias científicas que echaban un poco de luz, se pudo demostrar que la transmisión se producía a través de la sangre y por el intercambio de fluidos sexuales. De allí salió el acrónimo inglés AIDS y en castellano SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida).

Mientras los investigadores se desvelaban estudiando al temido virus, el desconocimiento sobre cómo se lo transmitía continuaba en las poblaciones y eso hizo que los casos no dejaran de incrementarse. Ya no se trataba de qué pasaba en la intimidad de las personas, en los centros de salud se realizaban distintos procedimientos, como transfusiones de sangre, sin los debidos cuidados.

Ese año, se conocieron los primeros casos en Argentina. Los pacientes eran tratados en el Hospital Juan Fernández de la Ciudad de Buenos Aires, pese a que entonces había solamente dos médicos infectólogos, insumos insuficientes y los tratamientos costaban más de mil dólares mensuales.

En 1989, el primero en comunicar públicamente que tenía el virus fue el periodista Roberto Jáuregui. El impacto social que dejó su testimonio mientras atravesaba la enfermedad lo convirtió en un referente del activismo en la lucha contra el HIV y militó hasta instalar socialmente el tema. Ese año se convirtió también en el primer Coordinador General de Fundación Huésped. Murió en 1994.

El avance del virus a nivel mundial impactó también en el ámbito legislativo y en 1990, en Argentina se promulgó la Ley Nacional de Sida (23.798) que hasta la fecha garantiza que todos los pacientes con VIH tengan atención integral. En 1993, eso se amplió con la creación del Programa Nacional de Sida, que comenzó a entregar medicamentos gratuitos para los pacientes afectados por el virus.

Durante 1995 y 1996, los avances de la ciencia lograron nuevos medicamentos antirretrovirales y con ello se iniciaron los cocteles de diferentes drogas que lograron eficacia. También en 1996, se creó el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el Sida (ONUSIDA), el programa de las Naciones Unidas que coordina las actividades de los distintos organismos especializados de la ONU en su lucha contra el virus.

Desde entonces, la Ciencia no paró en la búsqueda de acabar con el virus: en 2001 llegaron los medicamentos genéricos, lo que permitió que los laboratorios más importantes distribuyeran tratamientos a precios accesibles en los países pobres del mundo. En 2002, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EEUU (FDA) aprobó los test rápidos capaces de dar resultados con el 99,6% de exactitud en sólo 20 minutos.

Desde el inicio de la epidemia, se estima que 84.200.000 personas fueron infectadas por el VIH y que 40.400.00 millones murieron debido a complicaciones relacionadas con el Sida. Aunque las tasas de infección disminuyeron desde su punto máximo en los años 90, el VIH sigue siendo una preocupación importante, con 1.300.000 nuevas infecciones en 2023.

En todo el mundo fueron cientos las personas y organizaciones que se convirtieron en referentes de la lucha contra el Sida, tanto por su activismo, por su trabajo desde las ciencias o logrando un impacto social para concientizar sobre el virus.

Otro nombre destacado es el de Ryan White, un adolescente estadounidense diagnosticado con VIH luego de recibir un tratamiento por hemofilia. Aunque fue víctima de la discriminación, no esquivó la exposición para que su caso ayude a cambiar la percepción que la generalidad tenía respecto del Sida y ayudó a que se lo considere como un problema de salud que podía afectar a cualquiera. Inspiró la creación del Ryan White CARE Act, que recauda fondos para el tratamiento del VIH en Estados Unidos.

Desde la Ciencia, Anthony Fauci fue uno de los médicos e investigadores considerado como pionero en la investigación sobre VIH/SIDA. Como director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) en Estados Unidos tuvo un papel fundamental para el desarrollo de terapias antirretrovirales.

Como grupo, la ACT UP (AIDS Coalition to Unleash Power) fue fundado en 1987 para luchar por los derechos de las personas con VIH y no temió en enfrentar a los gobiernos y farmacéuticas para acelerar las investigaciones del virus y mejorar el acceso a medicamentos.

Se estima que en Argentina más de 140 mil las personas con VIH, aunque un 13% de ellas lo desconoce. Actualmente, el 68% de las personas que conoce su diagnóstico recibe atención médica en el subsistema público de salud y más de 65 mil se encuentran en tratamiento antirretroviral.

Según ese Boletín, cada año se notifica la cifra en “un promedio de 5.300 nuevos casos, diagnosticándose en un 68,4% de varones CIS con VIH con una mediana de edad de 32 años, mientras que las mujeres cis representan el 30,4% con una mediana de 35 años”.

Por otro lado, la tasa de mortalidad por patologías asociadas al VIH, si bien tuvo importantes cambios en los últimos 10 años, continúa con tendencia al descenso ubicándose en 2,8 cada 100 mil habitantes en 2021.

Fuente: telam

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