Miércoles 5 de Febrero de 2025

Hoy es Miércoles 5 de Febrero de 2025 y son las 11:13 - Estas escuchando LA FOLK ARGENTINA la radio del folklore desde Tigre Bs As Argentina / mail:[email protected] / twitter:@lafolkargentina / fan page:radio la folk

11/01/2025

Miguel Benasayag: “La tecnología ha construido otro mundo, ya vivimos en una ‘nueva casa’ y la mudanza incluye a nuestro cerebro”

Fuente: telam

En una entrevista con Infobae, el filósofo y especialista en neurofisiología habló sobre su último ensayo. “No basta con exigir que haya un humano al lado de una máquina. Hay que entender cuál es la complementariedad entre ambos”, plantea

>Miguel Benasayag, filósofo, psicoanalista, y uno de los investigadores en neurociencias que más debate genera -por sus estudios acerca de los efectos de las “¿Cómo reivindicar la justicia social, cuando el crecimiento que se supone la hace posible, es uno de los vectores de la destrucción?”, se pregunta en su más reciente ensayo, Contraofensiva. Actuar y resistir en la complejidad, publicado por Prometeo y coescrito con el periodista Bastien Cany.

Benasayag hace décadas que dejó de ser aquel combatiente del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). Tras una militancia de diez años, que incluyó años de “El tablero cambió. Es mucho más complejo, pero eso no implica volverse cínico ni abandonar la ética”, señaló el intelectual, en una entrevista con Infobae desde el otro lado de la comunicación.

Benasayag identifica que “hoy domina la postura hipermoderna”, que plantea como sociedad un proyecto tecnológico e instrumental sin límites. “Todo está enfocado en hacer planes para el futuro. Milei, por ejemplo, habla desde ese paradigma: “Pasen hambre ahora, que en el futuro todo estará bien”. Frente a eso, debemos liberarnos de ese futuro que esclaviza el presente”, considera.

“A pesar de todo, debo decir -continúa- que no sabemos si, incluso haciendo buena letra, será evitable un desastre mayor. Hay que ser serios, tenemos que bancarnos eso. Que cualquier profeta que venga con una promesa es al pedo”.

¿Qué tipo de destrucción está en desarrollo? Benasayag comparte, con el pensamiento ecologista, que la explicación está en lo que se conoce como “Antropoceno”. Es el tiempo que vivimos ahora, donde los seres humanos han cambiado tanto el planeta desde la producción y la actividad económica que generaron una alta contaminación, el deterioro de los ecosistemas y del clima.

“Para la ideología dominante -afirma Benasayag en su libro-, promocionada por los managers, los psicólogos y un variado elenco de coachs en desarrollo personal, el objetivo de cualquier individuo es lograr un buen funcionamiento. Y todo comportamiento que no vaya en esa dirección, la del funcionamiento normado, será visto como un error o una deficiencia.”

El “buen funcionamiento” ya estaba presente en siglos pasados, pero a través de los principios humanistas del crecimiento económico, el progreso y justicia social. Ahora, el funcionamiento devino en un fin en sí mismo, en una pura técnica.

“La tecnología actual ha construido un mundo completamente nuevo, y nosotros no nos damos cuenta de que ya vivimos en una “nueva casa”. Nos hemos mudado sin darnos cuenta, y esta mudanza incluye cambios en nuestro propio cerebro. Mi trabajo en neurofisiología muestra que la utilización constante de dispositivos digitales genera transformaciones cerebrales, no solo psicológicas, sino estructurales”.

En esta forma de comprender, el investigador considera “no basta con exigir que haya un humano al lado de una máquina”. “Hay que entender cuál es la complementariedad entre ambos”, afirma, y completa: “Se trata de descolonizarnos de la máquina y, en cierto modo, colonizar la máquina”.

En este marco, según Benasayag, los proyectos políticos del presidente libertario Javier Milei, y del republicano Donald Trump, abrazan esta dinámica funcionalista de los procesos algorítmicos que son muy diferentes a los de la extrema derecha tradicional.

“No es casualidad que sean negacionistas del cambio climático y del desastre ecológico. Detrás de ellos están Silicon Valley y Singularity University. Lo que dicen es alarmante. Enfrentan la crisis con dos opciones: o modificamos biológicamente al ser humano para que soporte los cambios que están ocurriendo, lo que implica, por ejemplo, desregular los ciclos biológicos para que el cuerpo humano pueda adaptarse. O bien, dejamos atrás lo biológico y avanzamos hacia una delegación masiva de los modos de vida a las máquinas”, apunta.

El filósofo propone una forma alternativa de actuar basada en el concepto de “estar siendo,” desarrollado por el pensador argentino “Para explicarlo de manera sencilla, una máquina digital, cuando funciona bien, opera con una linealidad y eficacia estrictas -continúa-. Lo humano y la cultura, en cambio, exploran la diversidad, todos los posibles. La vida y la cultura no son económicas, son diversidad pura, y es justamente esa diversidad lo que permite la supervivencia. Si una variable desaparece, como en la evolución, las otras permiten la continuidad”.

En esta propuesta, Miguel Benasayag apunta que “no se trata de rechazar la tecnología ni de caer en tecnofobia >“Por eso digo que resistir es crear. Se trata de buscar, en las diversas actividades humanas —como la producción, la educación o la salud—, formas diferentes de ser feliz, formas distintas de desear. No podemos decirle a la gente: “No, ustedes no deberían querer consumir”. En cambio, debemos intentar construir una estética que haga más deseable la solidaridad y el compartir, que el consumir. Porque el consumo, inevitablemente, te lleva al extractivismo >Y ejemplificó: “Tengo un amigo aquí en Francia, José Bové, un gran dirigente campesino de izquierda. Se hizo conocido cuando, en su provincia, destruyeron un McDonald’s junto con otros campesinos como acto de protesta. Lo arrestaron por un tiempo. Yo le decía: “Mirá, José, destruir un McDonald’s lo sabemos hacer. Lo que no sabemos es crear un restaurante que sea más deseable que un McDonald’s”.

A sus 17 años, Benasayag integró las filas del PRT-ERP. Superada esa etapa, su trayectoria de vida abarca una prolífica producción académica e interdisciplinaria, con más de 40 libros publicados. Actualmente, desarrolla un activismo social en Mangbetu, un colectivo que ocupa teatros y al que asisten jóvenes africanos indocumentados, entre otras experiencias de “laboratorio social”.

Con cierta ironía en el uso del concepto, la contraofensiva que propone Benasayag dista mucho de la metodología militarista que transitó en sus años de juventud, que proponía el camino de “tomar el poder”, para luego cambiar el mundo. “Esa hipótesis, que costó tanto sacrificio, está totalmente pinchada y errónea”, sostiene.

Todas las revoluciones se transformaron en algo horrible, contrario a lo que se quería. Nadie quería los gulags, o los genocidios de los jemeres rojos. Pero esa era la consecuencia de una hipótesis que priorizaba el enfrentamiento, por sobre el cambio de vida. Por otro lado, hubo otra hipótesis, más silenciosa y ninguneada, que buscaba imaginar vidas diferentes y cambiarlas, donde el enfrentamiento no era lo central. Esa fue la del feminismo, las minorías sexuales, los derechos civiles de los negros o ciertos movimientos anticolonialistas”, sostiene el autor, inclinándose por la segunda opción.

Fuente: telam

Compartir

  • Desarrollado por
  • RadiosNet