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15/02/2025

Un padre judío, un amor imposible y una única novela consagratoria: por qué “María” sigue siendo un gran clásico

Fuente: telam

El colombiano Jorge Isaacs escribió una historia romántica que, también, mostró las convulsiones de su época y que habla de conflictos que siguen vigentes. Los lectores la eligen

>Efraín tenía doce años cuando dejó el valle del Cauca para estudiar en Bogotá. La noche antes de partir, su hermana entró en su habitación, cortó un mechón de su cabello y se marchó en silencio. “Cuando salió, habían rodado por mi cuello algunas lágrimas suyas”. Aquella escena, de una dulzura trágica, es apenas el inicio de una historia que marcaría la literatura latinoamericana y que los lectores siguen eligiendo.

María, la obra cumbre de Jorge Isaacs, publicada en 1867, es mucho más que una historia de amor juvenil. Es una novela sobre la pérdida, sobre la imposibilidad de retener el tiempo, sobre la memoria y el paisaje. También es un testimonio del contexto histórico de la época: Colombia era un país fragmentado por guerras civiles entre liberales y conservadores, una nación joven que aún buscaba consolidarse tras la independencia. Esta inestabilidad se refleja en la novela de manera indirecta, en el sentido de tránsito y desarraigo que enfrenta el protagonista.

Efraín, el protagonista y narrador, regresa al valle del Cauca seis años después de su partida. En su hogar lo esperan sus padres, sus hermanas y, sobre todo, María, la prima adoptiva con la que creció. “Cuando traté de reconocer en las mujeres que veía, a las hermanas que dejé niñas, María estaba en pie junto a mí, y velaban sus ojos anchos párpados orlados de largas pestañas”. La niña de su infancia se ha convertido en una joven hermosa y sensible.

Pero hay un elemento trágico en la historia: María está enferma. Padece ataques que, aunque nunca se nombran explícitamente, han sido interpretados como epilepsia. Su madre murió joven por la misma afección, y Efraín no tardará en entender que la felicidad que imagina será efímera.

Publicada en la segunda mitad del siglo XIX, María se inserta en un período convulso de la historia colombiana. La nación había alcanzado la independencia hacía apenas unas décadas y vivía una inestabilidad política marcada por guerras civiles entre liberales y conservadores.

Isaacs retrata con detalle la vida en una hacienda caucana de la época, incluyendo la presencia de esclavos. Su descripción no evade la realidad de la servidumbre, pero la presenta con un tono paternalista. “Los esclavos, bien vestidos y contentos, hasta donde es posible estarlo en la servidumbre, eran sumisos y afectuosos para con su amo”.

El mestizaje también está presente en la figura de María. Aunque su origen no se menciona explícitamente, su padre era judío y su madre era de ascendencia africana. Sin embargo, es criada como una dama criolla, lo que la convierte en un personaje que encarna las tensiones raciales y sociales de la época. Esto tiene algo que ver con la historia del autor. Su padre, George Henry Isaacs Adolfus, era un judío inglés que se estableció en Colombia para trabajar en las minas de oro del Chocó, y en 1833 se trasladó a Cali, donde compró dos haciendas. A los once años Isaacs fue enviado a estudiar a Bogotá, donde estuvo durante un lustro.

Más de 150 años después, María sigue siendo una de las novelas más leídas en Latinoamérica. Hay varias razones para ello. En primer lugar, su lenguaje poético y su descripción del paisaje colombiano la convierten en una obra de gran belleza literaria. Las descripciones de Isaacs no solo sirven como escenario, sino que refuerzan el estado emocional de los personajes: el río, la montaña, el huerto y las aves son espejos del amor y la tristeza de Efraín y María.

Además, su universalidad radica en el tema central: el amor imposible. La historia de un amor joven que es interrumpido por la enfermedad y la distancia ha conmovido a generaciones. En una época de amores fugaces y tecnología omnipresente, la intensidad del sentimiento que reflejan María y Efraín sigue teniendo vigencia.

También es una novela que dialoga con la tradición romántica europea, pero con un sello latinoamericano. Su tono melancólico y su exaltación de la naturaleza recuerdan a Werther de Goethe, pero su ritmo pausado y su ambientación la acercan a las tradiciones orales del continente.

Si bien María ha sido ensalzada como una de las grandes novelas latinoamericanas, también ha sido objeto de críticas. Algunos lectores contemporáneos la consideran demasiado sentimental, y su visión de la esclavitud ha sido cuestionada. Además, ciertos estudiosos han señalado que la construcción de María como un personaje pasivo y resignado responde a una idealización de la mujer en la literatura del siglo XIX.

A pesar de ello, su impacto en la cultura ha sido enorme. Ha sido adaptada al cine en varias ocasiones, destacándose la versión de 1922, dirigida por Máximo Calvo Olmedo, y la de 1972, de Enrique Grau. También ha inspirado óperas y series de televisión.

Para leer María en la actualidad, es útil hacerlo con una mirada que combine la apreciación estética con la reflexión crítica. La novela ofrece un retrato de época, pero también plantea preguntas sobre el amor, la memoria y la construcción de la identidad.

Porque, al final, María es eso: un ejercicio de nostalgia.

♦ Nació en 1837 en Cali, Colombia

María fue su única novela, pero le bastó para consolidarse como una figura clave de la literatura colombiana.

♦ Participó en la guerra civil colombiana como combatiente liberal.

♦ Murió en 1895 en Ibagué, Colombia

Fuente: telam

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