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18/06/2025

Hace 15 años fue condenado a perpetua por un crimen, pero aseguran que un ADN confirmaría su inocencia

Fuente: telam

Mara Mateu fue asesinada en 2008 en Santa Teresita. Innocence Project Argentina, presidida por el ex fiscal Manuel Garrido, presentó nuevas pruebas y un informe técnico que, asegura, descarta la participación de Adrián Svich. Piden que se revoque la pena en su contra

>El 23 de marzo de 2008 Mara Sofía Mateu, de 16 años, salió de su casa en Santa Teresita para ir a un cíber. Nunca volvió. Al día siguiente, su cuerpo apareció entre los médanos de la ciudad. La autopsia determinó que había sido golpeada, abusada sexualmente y asesinada.

Hoy, 15 años más tarde, la defensa de uno de ellos presentó ante la Justicia un planteo que pretende cambiar la historia.

El planteo detalla que la condena de Svich se sostuvo casi exclusivamente sobre la afirmación de que se había hallado material genético de Mara en la camisa que él usó durante su estadía en la ciudad balnearia.

Para la defensa, ese informe de ADN careció del rigor científico necesario, ya que no aplicó métodos estadísticos adecuados, pasó por alto inconsistencias y no tomó en cuenta los estándares actuales de la genética forense.

“Lamentablemente, en el caso, la condena se basó un informe pericial genético que fue equivocado. El informe consideró acreditado que había ADN de la víctima en la camisa del acusado, pero esto no fue así. Un informe de la Fundación Favaloro con la ciencia actualmente disponible contradice esa afirmación”, dijo a Infobae Manuel Garrido, ex fiscal y presidente de Innocence Project Argentina.

Junto al informe genético, la defensa aportó un estudio criminalístico realizado en 2022 que examinó las prendas de Svich, los resultados de la autopsia, los peritajes y las inspecciones oculares en la escena. La conclusión de ese trabajo fue que no existen evidencias físicas o biológicas que lo ubiquen en el lugar del hecho: no se hallaron rastros de arena o vegetación en su ropa, ni restos que lo relacionen con el cuerpo de la víctima o el escenario del crimen.

En tanto, respecto de las lesiones que presentaba al momento de ser detenido, que durante el juicio se interpretaron como arañazos compatibles con una maniobra defensiva de Mara, podrían, según la defensa, responder a otras causas. Svich había declarado que se había lastimado reparando su casa en La Plata, antes de viajar a la Costa.

Sostienen que el contexto en el que se dio esa expresión y el estado del acusado en ese momento le quitan valor como elemento incriminante, ya que esa frase -explican- fue dicha junto con otras afirmaciones delirantes durante un altercado por la cuenta del hotel, lo que motivó que lo detuvieran por una contravención.

El pedido ante Casación no solo apunta a revocar la condena y dictar una sentencia absolutoria, sino también a que se realice un nuevo peritaje genético bajo los estándares científicos actuales, con software especializado y técnicas que no estaban disponibles al momento del primer estudio.

“En este caso se condenó al verdadero culpable, cuyo ADN se detectó en el cuerpo de la víctima y en los elementos con que la ahorcó. También fue visto momentos antes del homicidio con ella y se había apoderado de su teléfono celular. Nada de eso ocurrió con Svich”, concluyó Garrido.

Aquella noche del 23 de marzo de 2008, Mara había salido sola de su casa rumbo al centro comercial de la ciudad. Al día siguiente, un turista que paseaba a su perro encontró su cuerpo entre los médanos, a la altura de la calle 36. Estaba boca abajo, sin ropa interior y presentaba signos de haber sido golpeada, abusada y estrangulada, primero con las manos y luego con el cordón de su zapatilla. La autopsia determinó que había intentado defenderse y que había dejado marcas de uñas en uno de sus agresores.

En el juicio de 2011, Svich fue condenado a prisión perpetua por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la cantidad de intervinientes y homicidio criminis causa”. Buzzo recibió la misma pena por los mismos delitos y, además, por robo agravado, ya que le sustrajo el teléfono celular y el reproductor MP3 a la víctima.

La condena quedó firme en 2018 tras los rechazos de los recursos en todas las instancias. Hoy, el caso vuelve a la Justicia, con un planteo que cuestiona esa sentencia.

Fuente: telam

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