Ara San Juan: vigilar para gobernar
Durante la búsqueda del submarino los familiares de los 44 tripulantes se acostumbraron a ver desconocidos en las reuniones, que sus teléfonos se recalentaran, hicieran sonidos extraños e incluso que les desapareciera información. Hoy saben que fueron unos de los tantos blancos de la estructura paralela que montó la Agencia Federal de Inteligencia durante el macrismo para espiar ilegalmente a opositores, jueces, activistas, periodistas e incluso futbolistas. Un esquema de agentes, militares retirados y expolicías que, según sospecha la justicia, actuaban por orden de las máximas autoridades de la central de inteligencia y de Mauricio Macri.