El Festival de Jesús María tuvo que esperar hasta su novena jornada para volver a parecerse al de siempre. A la fiesta gaucha el combo Chaqueño Palavecino/Ulises Bueno le hizo romper el récord de asistentes de esta edición que, hasta el jueves, estaba en manos del carnaval jujeño de Los Tekis, seguido por la fiesta chayera que trajo Sergio Galleguillo.

Y aunque la presunción de la mayoría era que la noche de mayor convocatoria se iba a lograr durante la actuación de Abel Pintos, favorito si los hay en este ruedo y dueño de unas taquillas impresionantes de la era prepandemia, finalmente eso no ocurrió. Pero con la noche de este viernes, el festival ya se encamina a superar las 100 mil entradas vendidas.

Tampoco afloja la ola de calor, que ha convertido a Jesús María en una escena idéntica a la de la serie Game of Thrones, cuando Daenerys Targaryen arrasa con fuego de dragón la ciudad de Desembarco del Rey. En relación a los días anteriores, a lo largo de toda la jornada se notó mayor cantidad de gente en las filas de la boletería y en la propia ciudad desde la mañana temprano.

A las 21 ya no cabía ni un alfiler y el ingreso de público era constante en los accesos. El marco le dio otro tono a las presentaciones que estaban programadas. Les permitió lucir sus repertorios, por ejemplo, a Milena Salamanca y a Los Trajinantes. Con el público feliz en las gradas y en las plateas, expectante por los números centrales, pero también acompañando a los de la previa.

En la continuidad de la programación, pudo verse un cuadro en el campo de la jineteada como para sacarle una foto con el alma. La escuadra ecuestre Herencia Criolla, con un lindo número de amazonas a caballo, permitió combinar danzas de todo tipo con la mansedumbre y nobleza de los caballos.

Pasó la novena jornada del Festival de Jesús María.

La medianoche encontró al festival carnavaleando y feliz con la energía contagiosa que trajo Kepianco y todo hacía prever que la fiesta se extendería más allá de las cinco de la madrugada.

Pasó la novena jornada del Festival de Jesús María.

Si hacía falta algo más para confirmar las sospechas de una noche celebratoria para el festival, era la llegada del Chaqueño Palavecino.

El cantor salteño recuperó la costumbre de su habitual ingreso a caballo, que se lució en un marco que Jesús María necesitaba espiritualmente, más allá de los dividendos económicos. Con el anfiteatro colmado, el campo se pobló rápidamente luego del paso ecuestre del artista y la fiesta terminó de cobrar forma.

El Chaqueño Palavecino, más cantor del pueblo que nunca en Jesús María 2022.

“Como en otros tiempos”, dijo Palavecino al ofrecer sus primeras palabras para agradecer a los presentes y “a la fiesta que también está afuera”, según él mismo recacó. Luego, homenajeó y recordó a Horacio Guarany con La villerita, una pieza que instaló un aroma a clásico atemporal.

A esa altura, las caras en el campo y en la tribuna desnudaban algarabía y muchas ganas de que la noche no tenga final. En tanto, Palavecino y su banda de 10 músicos demostraron una vez más que no hacen falta demasiados artificios para lograr un sonido vertebrado, que hace que la música camine. El muro y Amor por siempre fueron ejemplos concretos de esa metáfora.

Minutos más tarde, mientras el Chaqueño tocaba Juan de la calle, el anillo que rodea a las tribunas del anfiteatro mostraba largas colas en cada uno de los puestos gastronómicos y mucho movimiento. Las pantallas, a su vez, confirmaban esa sensación con postales del campo de la doma repleto. Era evidente que había fiesta para largo.

Poco después, Palavecino mostró su don de anfitrión invitando primero a un niño coplero que sorprendió a todo el estadio y luego a cuatro cantantes de su provincia. Antes, el chamamé Puerto Tirol inauguró una sección especialmente dedicada al ritmo litoraleño, en la que el músico aprovechó para hacer subir a un bailarín de la platea.

El Chaqueño Palavecino, más cantor del pueblo que nunca en Jesús María 2022.

El salteño mostró su humor y su picardía en varios pasajes de su presentación. Incluso, le tiró un par de “palitos” la organización por no dejarlo cantar todo lo que él quería. La presencia de Ulises Bueno en el cierre de la jornada condicionó sus deseos, pero eso no mermó lo que fue la mayor ovación de esta edición del festival. “Jamás voy a poder pagar el cariño de ustedes”, respondió el excolectivero.

En definitiva, el público festejó cada una de las ocurrencias de Palavecino y también sus más de 30 canciones, con las que repartió fervor y romanticismo por doquier. En el punto cúlmine, Amor salvaje y La ley y la trampa abrieron el segmento final con un doblete digno de película, con el estadio entero cantando, bailando y hasta haciendo pogo.

El final fue con una chaya, Carnaval en La Rioja, y un pequeño desaire en clave cómica. “No podemos”, dijo Palavecino ante el pedido de un bis parte del público y del presentador Cristian Bazán. Está claro que habrá revancha. Y también, que el Chaqueño tiene un vínculo indeleble con Jesús María, un festival hecho a su medida.

El Chaqueño Palavecino, más cantor del pueblo que nunca en Jesús María 2022.

SIGA EL BAILE

Poco antes de las 4, luego de que el público bailara al compás de la DJ An Fontana (otra que ya tiene su lugar propio en el festival), llegó el cierre definitivo de la mano de Ulises Bueno. De entrada, una puesta de luces, humo y láser distinguió al cuartetero a nivel escénico.

El “príncipe del cuarteto”, según lo anunció el locutor de su banda, fue una de las principales razones que convocaron a cerca de 25 mil personas en una noche dorada para la edición 56. Y aunque el cuartetero no detenta el carisma de otros intérpretes que juegan de local en el escenario Martín Fierro, sus canciones fueron coreadas con ganas por chicos, no tan chicos y grandes.

Ulises Bueno cerró la novena noche del festival de Jesús María 2022.

A esa altura de la madrugada, el campo de la doma era un baile/boliche/recital multitudinario, con carteles y cajas vacías volando por los aires, algunos tumultos aislados y casi ningún barbijo puesto entre los asistentes. Ya habían pasado clásicos uliseros como El deseo de mi piel, Ahora mírame, Ojalá, Desordenada, Un hijo de la calle o la más reciente La piel que amaré.

Una vez más, el cuarteto mostró ser efectivo como ritmo para el cierre. Ulises puede ser algo así como un bicho raro para Jesús María (el festival no está acostumbrado a locutores de banda que administran el feedback con el público o a las frecuentes salidas del escenario del cantante), pero puso a bailar a la gran masa que esperó paciente por verlo actuar.

Ulises Bueno cerró la novena noche del festival de Jesús María 2022.

Allí, otra característica de este Jesús María con fuerte presencia del tunga-tunga. Mientras la porción más joven del público se había quedado aferrada a su lugar en un campo apretado y con pocos claros, a las 5 de la mañana ya se podían ver a varios adultos y familias saliendo sin prisa pero sin pausa rumbo a la cama. O hacia a un puesto de comida para calmar el hambre del cierre de la jornada.

Lo que fue unívoco, en todo caso, es que la apuesta de programación cumplió con creces y le regaló al evento un último fin de semana de tranquilidad. ¿Los días por venir serán acaso una continuación de lo sucedido este viernes?

Ulises Bueno cerró la novena noche del festival de Jesús María 2022.

EN EL CAMPO DE LA DOMA, DEFINICIONES

Con tres montas por delante, las posibilidades de aspirar a campeonato para muchos jinetes ya resultan imposibles. No así la posibilidad de ganar el premio de la noche a la mejor jineteada porque, vale recordar, cada noche el festival les paga premios a los diez primeros de cada categoría.

Pero yendo a los candidatos, apenas unos 15 sobre un total de 84 tienen verdaderas chances de llevarse la rastra de campeón. Y de los tres campeones vigentes, uno de ellos tiene la posibilidad intacta de llevarse el bicampeonato. Es el caso de Alfredo Ramos en la categoría Gurupa Surera.

Imágenes de la doma en la novena noche de Jesús María 2022. Fotos: Claudio Minoldo.

Ramos fue de menor a mayor a lo largo de estas noches y viene demostrando que tiene oficio y está haciendo valer su “chapa” de campeón. El tema es que le llevaba décimas a Joaquín Zabala (La Rioja) y menos de dos puntos a Juan Martín Lalli (Buenos Aires). El que se cae, pierde. Así de simple.

El otro que hizo el camino de menor a mayor, pero en Crina limpia, es el brasileño Romaro Arce Ferreira que le ganó la última parada al Tutano, reservado de Marcelo Martinengo, y con los 8,66 que obtuvo de su monta logró treparse a la punta con 46,98 y sacarle una luz de seis puntos a Oscar Lucero (La Rioja).

Imágenes de la doma en la novena noche de Jesús María 2022. Fotos: Claudio Minoldo.

Si llegase a coronarse campeón, se daría una situación pocas veces vista en este festival: le sacaría el cetro a su compatriota Pierre Dutra Rocha, actual campeón y que representa a Jesús María.

Finalmente, en Bastos con encimera lisa, Roberto Castillo (Neuquén) disputaba el liderazgo cabeza a cabeza con Lucas Bustamante (La Pampa). De hecho, durante la octava noche ambos hicieron tan bien los deberes que Bustamante se sacó un diez arriba del Pangaré de Oscar Althabe y Castillo un nueve enancado al Escarapela, también de Althabe.

Imágenes de la doma en la novena noche de Jesús María 2022. Fotos: Claudio Minoldo.

Fuente: La Voz