Ante la grave situación agroclimática, la expectativa está puesta en las lluvias
La esperanza está puesta en la posibilidad de abundantes lluvias en las principales zonas productoras.
La Bolsa de Comercio de Rosario advirtió que la sequía afecta al 73% de la región núcleo de siembras y que en la última semana los cuadros regulares a malos se duplicaron en maíz y se triplicaron en soja.
La situación agroclimática provocada por la sequía empeoró en los últimos días, con los consiguientes recortes en las estimaciones de producción y pérdidas por US$ 2.930 millones para la campaña en curso.
La esperanza está puesta en la posibilidad de que esto pueda comenzar a revertirse en el corto plazo, de confirmarse los pronósticos que dan cuenta la posibilidad de abundantes lluvias en las principales zonas productoras.
En la región núcleo, los cuadros muestran un rápido deterioro por la falta de agua en el suelo: en la última semana los cuadros regulares a malos se duplicaron en maíz y se triplicaron en soja, consignó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Según la entidad, la sequía afecta al 73% de la región y supera al escenario trazado 15 días atrás; y sólo podría ser superada con lluvias de entre 100 y 140 milímetros (mm).
"Ya van casi 30 días sin milímetros significativos de agua que den auxilio: el maíz sigue sufriendo dos golpes de calor que se han sucedido con apenas una semana de respiro en medio"
A partir de este domingo las precipitaciones podrían ser de fuertes a muy fuertes, con desarrollos muy importantes, en sectores puntuales.
"El régimen pluvial de la actual campaña tiene grandes probabilidades de comportarse como en la campaña 2017/18; al igual que esta, condicionada por dos eventos Niña consecutivos", dijo a Télam José Luis Aiello, especialista en Ciencias Atmosféricas.
Sin embargo, aclaró, "la Niña 2021/22 puede haber dejado atrás su enfriamiento máximo y por consiguiente, la zona núcleo podría recuperar precipitaciones dentro de la media más pronto que en la campaña 2017/18".
Hasta el momento la sequía y los récords de temperatura, que potenciaron las pérdidas de humedad en el suelo por evapotranspiración, recortaron ocho millones de toneladas las estimaciones de producción de maíz y limitarían a 40 millones la de soja.
De los 56 millones de toneladas de maíz que se proyectaban con un escenario normal hace un mes, los casi 30 días sin lluvias significativas, temperatura y radiación extremas, baja humedad y vientos continuos ajustaron la primera estimación maicera de 56 a 48 millones de toneladas; y las posibilidades productivas de soja de 45 a 40 millones.
"Ya van casi 30 días sin milímetros significativos de agua que den auxilio: el maíz sigue sufriendo dos golpes de calor que se han sucedido con apenas una semana de respiro en medio", señala el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR.
Como consecuencia de la falta de lluvias y la baja humedad, pese a que "este año se sembró más, habrá menos maíz porque el rinde cae 10 quintales respecto a 2021".
Para el caso de la soja, el informe de la GEA señala que "las condiciones de desecamiento y estrés termo-hídrico han sido tan graves en los últimos 30 días que se descarta también la posibilidad de un escenario de normalidad y rindes promedios".
Este recorte en las cosechas de maíz y soja provocaría una "pérdida de ingresos netos" del sector productor que rondaría los US$ 2.930 millones a pesar de la recuperación de los precios de ambos cultivos, estimó la entidad bursátil.
"En total, el impacto sobre la economía argentina se estima en US$ 4.800 millones, o un 1% de su PBI potencial", agregó la entidad, que sostuvo que "las exportaciones de los principales productos de los complejos soja y maíz caerán en 13 millones de toneladas".
"Si valorizamos las exportaciones netas del sector a los precios actuales, se estima que dejarán de ingresar al país US$ 2.665 millones, una caída del 10% respecto al total estimado al cierre del año pasado", abunda.
Por último, el informe indica que "el Estado dejará de recaudar impuestos por US$ 1.440 millones, de los cuales US$ 1.040 millones corresponde a menor ingreso tributario por derechos de exportación y el resto a otros impuestos".
En cambio, el clima seco permitió finalizar la cosecha de cebada y trigo, en este último caso con un nuevo récord de 21,8 millones de toneladas, indicó la Bolsa de Cereales en su Panorama Agrícola Semanal.
"A pesar de haber transitado el ciclo bajo La Niña, una favorable distribución de las precipitaciones, la inversión en tecnología por parte de los productores y el clima seco que impidió el desarrollo de enfermedades y agilizó la cosecha permitieron que una de cada tres hectáreas sembradas supere sus máximos rindes históricos", resaltó el trabajo.
De esta forma, la campaña finaliza con un rinde récord de 34,4 quintales por hectárea, apenas por encima a la marca histórica de 34,3 qq/Ha de la campaña 2010/11.
También se dio por concluida la recolección de cebada con un rendimiento de 45,45 qq/Ha y una producción acumulada de cinco millones de toneladas, que representa un incremento interanual de 22% con relación a las 4,1 millones de la campaña 2020/21.
En el caso del maíz y la soja, la posibilidad de sostener la producción dependerá de las lluvias y el desarrollo que logren alcanzar las siembras tardías.
Las expectativas por las lluvias pronosticadas para los próximos días estarán sujetas a la cantidad de milímetros, ya que por el grado de desecamiento alcanzado son pocos los lotes que aún tienen posibilidades.
"De darse un importante cambio pluvial durante los próximos dos meses sería posible alcanzar mejores productividades y revertir el sombrío panorama que hoy envuelve al ciclo 2021/22", confió la BCR.
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