Hay muchas malezas potencialmente peligrosas dentro de los sistemas ganaderos. Una de ellas, muy común por causar intoxicaciones en la hacienda, es el “sunchillo” (Pascalia glauca -ex Wedelia glauca-).

Mario Aguilar es un reconocido usuario en la red social Twitter, directivo de la granja porcina del establecimiento familiar agropecuario “Las Chilcas”, entre las localidades cordobesas de Rayo Cortado y Villa de Maria de Rio Seco. Allí también tiene ganadería y un biodigestor, en un gran planteo de economía circular.

El directivo publicó una advertencia, y también pidió consejos, ya que se lamentó por la muerte de cinco novillos a expensas del sunchillo.

Contó que el problema se agravó el año pasado, cuando un fuego avanzó sobre Las Chilcas y quemó un arbustal. Al descubrise el suelo, avanzó la maleza, de difícil control.

“A pesar de que hay una pasturacerca de la zona que se quemó, los animales eligen al sunchillo para consumir”, advierte Aguilar. Aunque algunos usuarios le recomendaron al directivo el corte mecánico, otros lo desestimaron ya que la planta se propaga por medio de rizomas que, al cortarlos mecánicamente, generan una nueva planta.

Por ello, la principal recomendación general fue el control químico con una mezcla herbicida (glifosato altas dosis y hormonales) ya que se trata de una planta dicotiledónea.

Asimismo, la forma de aplicación también fue un aspecto destacado del intercambio. “Al estar el problema instalado en un monte bajo, por manchones, no puedo aplicar con avión o pulverizadora”, consideró el productor ya que una cobertura total de herbicidas afectaría a todo el monte.

De esta forma, otros expertos aportaron que, ante la situación descripta, no queda otra que la pulverización con mochila para limitar el avance de la maleza.

La malezas

De acuerdo a un trabajo del INTA, en los bovinos las manifestaciones clínicas de la intoxicación con sunchillo aparecen entre las 2 y 46 horas, luego del consumo de la planta, y la evolución de la intoxicación es rápida, por lo que muchas veces se detecta la muerte súbita del animal sin observar signos previos.

Por su parte, agregan los técnicos de la entidad, cuando estas intoxicaciones responden a consumo voluntario de la planta en pie, los casos se registran en marzo, durante la floración, y en diciembre, en pleno desarrollo vegetativo.

De esta forma, reconocer la planta en sus diferentes estadios es clave para prevenir su diseminación en las pasturas y saber identificarla en el material henificado son las claves para que el productor la pueda retirarla de sus potreros.

Reconocimiento

Se trata de una planta perenne que comienza a vegetar en primavera en forma de manchones en todo tipo de suelos, con preferencia en lugares húmedos y en costas de arroyos y zanjas.

La mejor ayuda para su identificación son las hojas: de forma alargada, miden entre 7 y 15 centímetros de largo, poseen entre dos y tres dientes en forma aserrada a cada lado de la hoja y presentan nervaduras muy notorias en forma de venas del lado del revés.

En el verano también es sencillo reconocer la planta por sus flores amarillo-anaranjadas de 3 a 4 centímetros de diámetro

(Infocampo)