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En Estancia Las Chicas, robotizaron dos tambos y lograron grandes resultados
En un paraje cercano a 9 de Julio, Alejandro Mulcahy y su esposa Silvina decidieron robotizar dos de sus tres tambos. Una tecnología que crece en Argentina y aporta no solo más productividad, sino bienestar animal.
En el paraje Estación Mulcahy, situado a unos 20 minutos de la localidad bonaerense de Nueve de Julio, una familia de experiencia en los tambos decidió innovar y desarrollar una transición exitosa en su emprendimiento, al pasar de un sistema de ordeñe tradicional a uno robotizado.
Se trata de Alejandro Mulcahy, titular de Estancia Las Chicas, quien junto a su esposa Silvina, que es médica veterinaria, promovieron la automatización de su tambo con más de 50 años de historia.
Es que los tambos robóticos son tendencia mundial en la industria lechera, y una realidad concreta en la Argentina.
Desde el año 2015, las ventas de robots en el país se multiplicaron, y se estima que al presente hay más de 200 en funcionamiento a lo largo y ancho del país.
Según Pablo Roset, especialista de la Universidad de Buenos Aires (UBA) la innovación tiene ventajas para productores y animales, desde una mayor calidad de vida de las personas hasta mejoras en la sanidad, bienestar e índices productivos del rodeo.
Por estos planteos, en Estancia Las Chicas, no dudaron en fortalecer sus inversiones en relación a estos sistemas, que si bien son costosos, producen notables beneficios a corto plazo.
LOS BENEFICIOS DEL TAMBO ROBOTIZADO
El mencionado emprendimiento cuenta con tres tambos, de los cuales dos se encuentran funcionando mediante un sistema de ordeñe automatizado, que le permitió a estas unidades productivas estar a la vanguardia de los resultados.
La finalidad del ordeñe por robot es que las vacas se ordeñan de manera voluntaria; es decir, se acostumbran a pasar por el robot para ser ordeñadas en el momento que lo deseen.
Por esa razón, esta tecnología cumple con un importante objetivo que es la promoción directa del bienestar animal y la búsqueda de un desarrollo más amigable entre el hombre y los animales.
Además, el sistema entrega un collar que es transportado por la vaca, y al pasar por el robot, detecta si el animal esta en celo o expresa algún síntoma en su salud.
Una vez finalizado el ordeñe, en tanto, el robot envía el animal a una parcela diferente según la información que reciba desde el collar, con la finalidad de derivarlos a pastoreo, a sala médica o bien a reproducción.
TODO BAJO CONTROL
En estos tambos, el robot trabaja las 24 horas y permite que el operario maneje el espacio desde una sala de control donde se reúne toda la información de las 400 vacas en ordeñe que posee Las Chicas.
En caso de una alarma, el empleado de turno puede advertir la situación inmediatamente y en tiempo real desde su celular y accionar. También tiene la posibilidad de observar el desempeño del tambo en todas sus áreas.
“Las vacas se mantienen en libertad. Ella deciden a qué hora tienen que ser ordeñadas”, cuenta el gerente del establecimiento, marcando además los beneficios que esta innovación les trajo.
“Comenzamos con un tambo robotizado y hoy reconvertimos dos de los tres que tenemos. Esto indica a las claras que los resultados que obtuvimos con la tecnología superó gratamente nuestras expectativas”, continuó Mulcahy.
El entrevistado afirmó que el robot mejora la calidad de vida al liberar a las personas de las tareas rutinarias del tambo convencional, en el que el personal realiza el ordeño diariamente con mucho esfuerzo físico e, incluso, en condiciones climáticas adversas.
CAPACITACIÓN DE LOS OPERARIOS
Estancia Las Chicas es un establecimiento rural con una rica historia productiva de 150 años. Cuenta con 500 hectáreas y arrenda otras tantas, todas destinadas a la producción de leche.
Uno de los aspectos que tuvo que revolucionar el sistema de robótica en sus tambos fue la capacitación continua. “La capacitación al operario es otro elemento muy importante que aporta el sistema”, dijo el titular del campo.
Por ejemplo, uno de sus empleados, que tiene hermanos que trabajan en tambos, pensó que nunca iba a emplearse en la lechería por lo duro que es trabajar en este sector. “Sin embargo, se capacitó y hoy está feliz de trabajar con nosotros. Es consciente de lo que significa la tecnificación del sector y lo asume con mucha responsabilidad”, dijo Mulcahy.
Esta campo innovador, recibió la visita del Proyecto Conector que impulsa la Sociedad Rural de Nueve de Julio, que tiene por objetivo, conectar empresas de la agroindustria del distrito con la sociedad para fortalecer vínculos.
La implementación de robots de ordeño y otras herramientas de bienestar animal puede tener un impacto significativo en la calidad y la cantidad de producción de leche, así como en la salud y el bienestar de los animales. Pero además, en un párrafo aparte, es preciso mencionar que trae un beneficio sustancial para el trabajador rural y el propietario del establecimiento.
Infocampo
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