El músico, que ganara notoriedad a partir de su trabajo junto a Soledad Villamil en "Glorias porteñas" y con Lidia Borda en "Patio de tango", para enhebrar luego una sólida carrera solista, estará tocando con entrada libre y gratuita en el centro cultural sito en Sarmiento 151 de la ciudad de Buenos Aires.

Luego de este concierto, Chambouleyron tocará el 26 de junio en la Casa de Liniers (Venezuela 469); el 4 de julio en la Casa del Tango de Rosario; el 25 en el teatro La Compañía de Mendoza; el 15 y 16 de agosto en Cuatro Elementos de Mar del Plata y el 21 en el CPC Argüello de la ciudad de Córdoba.

"Es un disco que se fue preparando con temas muy probados en el vivo a partir de pensar un repertorio que en la línea de mi trabajo anterior ("Canciones al oído") ofrece una característica ecléctica, variopinta, donde se reúnen distintos estilos que trato de llevarlos a mi personalidad interpretativa", destaca Brian en charla con Télam.

Grabado en abril de este año a lo largo de tres jornadas y con la participación de los también guitarristas Nicolás Ciocchini, Lucho Guedes y Daniel Yaría en determinadas composiciones, el disco reúne desde el antiguo fado "Caprichosa", al clásico "Flor de lino" o el tango criollo "Tu pálida voz", pasando por "Vecchio Frack" del italiano Domenico Modugno; el pop "Pero hay una melena"; "Manifiesto" de Víctor Jara o "La cama de piedra", del mexicano Cuco Sánchez.

"Esta cuestión un poco internacionalista también es en parte producto de lo que fue mi vida, yo nací en Francia donde estuve hasta los 5 años, pasé la adolescencia en Brasil y la juventud en México, donde armé una banda de rock, y a todos estos modos, de alguna manera, yo los adopté como propios", señala el creador de "Voz y guitarra" y "Tracción a sangre".

"Yo partí de un trabajo fuerte sobre la expresión criolla pero en el vivo en un momento empecé a descubrir otros canales, otros estilos que manejaba bien y que me daba mucho placer recrearlos y que a la gente le gustaban, entonces naturalmente empecé a traer cosas que yo tocaba y escuchaba de chico", asegura.

"Me gusta -agrega- el desafío de 'criollizar' aquello que es de afuera, traerlo a una expresión propia pero también local y, al mismo tiempo, trato de versionar los tangos de manera presente para que no sea una recreación naturalista pura, para que tengan vibración actual, vigencia".

En relación con su forma interpretativa, Chambouleyron consigna que en estos últimos años percibe un cambio vocal.

"Registro cambios desde 2012, toqué mucho, giré mucho, tanto fuera como adentro del país y eso creo que me asentó en la interpretación y ayudó al color y la personalidad vocal, un color con tintes, con notas de más profundidad", afirma.

"De hecho -se explaya- este es un disco mucho más teatral que otros, yo estoy más teatral en vivo, uno va cambiando, no sé si para mejor o no, pero lo cierto es que uno está metido en una transformación; el mío es un momento de madurez".

Sobre los conciertos que esperan la presentación en vivo de "Juglar", Chambouleyron dice que se siente "un animal de escenario".

"Prefiero tocar y cantar para la gente, me siento mucho más cómodo que en el estudio, que me resulta algo artificial", define.
Respecto del modo como va formando su repertorio, Chambouleyron sostiene que elije los temas "por su totalidad".

"Inmediatamente percibo cuando una canción se acomoda a mi personalidad, puede ser por la melodía, por la letra, por algún arreglo que imagino, por el modo como intuyo que puede sonar, es algo instintivo, instantáneo, indubitable", concluye.