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Cómo es El vendedor de ilusiones: el caso Generación Zoe, el documental de Netflix que retrata las estafas de Leonardo Cositorto
Un pastor de las finanzas y encantador de serpientes, cientos de miles de incautos distribuidos en diferentes lugares del mundo y un nombre de solo tres letras: Zoe. El documental El vendedor de ilusiones.
El caso de Generación Zoe, que llega este jueves 23 a Netflix, desgrana minuciosa y cronológicamente la creación, ascenso y caída de una ambiciosa plataforma financiera que le explotó en la cara, tanto a sus creadores como a sus financistas, gente común que soñó con brillantes y se despertó apretando fuerte espejitos de colores.
El 4 de abril de 2022, Leonardo Cositorto, creador y cerebro de Generación Zoe fue detenido en República Dominicana por la Interpol. El CEO de la organización se encontraba prófugo de la Justicia desde mediados de febrero. Hoy espera el juicio en el penal Bouwer, en Córdoba. De este modo se cerró un capítulo que había comenzado solo cinco años antes, cuando un nuevo esquema de negocios prometía dividendos exorbitantes (para el momento) en dólares, a partir del aporte de una determinada suma de dinero.
“Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”, dice el dicho. Pero aquellos que entregaron todos sus ahorros a Generación Zoe se pasaron de santos. Algunos, incluso, como el caso de Mirian, apenas si aceptaron la realidad cuando vieron a su mentor siendo sacado de su escondite por la policía. Dice la damnificada en el documental: “Nos despertamos y ahí nos enteramos que Leonardo Cositorto había sido detenido en República Dominicana, y ahí abrimos grandes los ojos y dijimos: ‘Uau, ¿qué pasó?’. Y ahí caímos en que realmente estaba prófugo. Lo extraditaron a Argentina, vemos cómo lo traen, esposado, era otro hombre. No podíamos creer lo que estábamos viendo y ahí es como que se nos cayó un poco el velo”.
Lo increíble es que al mismo tiempo que se preparaba para la fuga de nuestro país, Cositorto había lanzado un nuevo plan de recolección de incautos, que prometía un 110% de ganancia en cuatro meses. Y aunque la información de que Zoe no tenía fondos para afrontar los pagos ya circulaba en redes sociales, quienes habían caído volvieron a caer. Dice Mirian en el film de Matías Gueilburt: “Era una manera de apoyar y de mostrar una cuota de confianza a la empresa, porque no tenían liquidez para poder hacer los pagos de las membresías. Y todos nos metimos, era la última oportunidad porque -decían-, ya no iba a haber otra”.
La candidez, producto del espejismo de multiplicar rápidamente los ahorros sin el menor esfuerzo y por fuera de toda lógica razonable, dejó un tendal de gente afectada, que comenzó a perder la esperanza de que ese número mágico que veía crecer en sus billeteras virtuales, se materializara en sus manos. En El vendedor de ilusiones, los testimonios de los estafados se suceden y la sensación es mixta: una mezcla de empatía y a la vez de sorpresa por la ingenuidad de las justificaciones para aportar los ahorros de una vida a una causa fuera de su control. Aunque, claro, con el diario del lunes es todo mucho más fácil.
El documental tiene como valor diferencial los testimonios del propio Cositorto que, evidentemente, no solo dio el visto bueno para su realización sino que se prestó a una entrevista donde, lejos de reconocer la causa que hoy lo tiene en prisión, redobla la apuesta y promete ir por más. También brinda su testimonio Maximiliano Batista, vicepresidente de la empresa y mano derecha del mandamás. Aunque mucho menos optimista y desafiante que su jefe, Batista toma distancia haciendo crítica y autocrítica de la gestión de Generación Zoe, y remarca sus diferencias con Cositorto. De todos modos, tampoco aparece aquí un mensaje de mea culpa hacia todos aquellos que piden que les devuelvan su dinero. Se calcula que fueron alrededor de 350 estafas por un monto cercano a los 120 millones de dólares. Una suma demasiado alta para hacer oídos sordos.
Lo que no se mostró: famosos involucrados y el pedido a Javier Milei
Conforme avanza El vendedor de ilusiones, crece el deseo de ver hasta dónde llegaron los tentáculos de ese todopoderoso pulpo llamado Generación Zoe. Sin embargo, el documental eligió implosionar, circunscribiéndose a la empresa, sus víctimas y “victimarios”. Quedaron afuera -tal vez por decisión artística, tal vez por adecuar el producto al mercado internacional- aquellos coletazos locales, que involucraron a figuras de nuestra farándula. Apenas, y sin mayor contexto, se puede adivinar un fragmento de Polémica en el bar, uno de los tantos programas que se ocupó de la empresa de Cositorto, cuando su discurso era todo promesas.
De la mano del infausto destino de Zoe llegó el entramado de influencias, que se mantenían por fuera del holding de empresas que investigaba la justicia. La que mayor atención de los medios concitó fue la obra de teatro El juego, de Carlos Paz, protagonizada por Diego Reinhold y Gabriel González (popular por su personaje “Rosita” en el programa de TV Pasión de sábado). Además de estar auspiciada por Zoe, la puesta presentaba el diferencial de regalar criptomonedas a un espectador que superara un desafío en el escenario.
Quien, se dijo, había sido el nexo entre Cositorto y la producción fue González, que explicó su postura en una entrevista con El Doce TV, en febrero de 2022: “Mi vínculo con Cositorto fue de alumno y profesor. Por mi experiencia como conductor, comencé a conducir todos los eventos de Zoe. Todo lo que pasó me sorprende porque no lo tenía en mi mente, para mí era algo maravilloso, el lugar que estaba buscando. Cuando empecé a escribir las obras de teatro, por mi vínculo le pedí el auspicio a la empresa, y me lo dieron. En noviembre entregué mi auto pensando que esta criptomoneda iba a ser el bitcoin de Latinoamérica. Puse todo lo que tenía que poner para que esto pueda generar rápido ganancias, no solamente para mí, porque yo hago solidaridad desde hace muchos años”.
Desde la cárcel, en entrevista con C5N y luego de aclarar que no estaba prófugo sino “de viaje”, Cositorto le contestó al artista: “Lo quiero mucho a Gaby, pero si se pone como damnificado porque quiere cubrir su carrera para poder continuar como Rosita, me parece bien. Todos se corren porque vivimos en un mundo de cagones. Rosita cobró fortuna, como cobró cualquier persona que estuvo al lado mío. Además, le banque todos los teatros en la costa, que supuestamente iba a devolver el dinero y no lo hizo”.
A comienzos de este año, la causa fue elevada a juicio penal, mientras tanto, en todo este tiempo, Leonardo Cositorto continuó intentando volver a ponerse de pie y salir adelante con otra idea “revolucionaria”; esta vez, en torno a la política. Y de las posibles opciones, con el espacio que se sintió más identificado fue con el de La Libertad Avanza. En marzo de 2023, proponía en una entrevista a Radio El Mundo: “Soy liberal, casi de cuna. Cuando tenía 19 años ya militaba. Me abrí cuando vinieron María Julia Alsogaray y Adelina Dalessio de Viola, porque no me caían bien. A mí me encanta el libre mercado y me gusta un Estado presente, pero que intervenga lo justo y necesario. Si Milei me acepta competir en las PASO con él, para mí sería un privilegio. Me va a ganar de manera aplastante, pero yo lo único que quiero es expresarme, porque no estoy proscripto”.
La propuesta no fue escuchada, pero el CEO de Generación Zoe volvió a la carga apenas Javier Milei ganó las elecciones. Así reproducía LA NACIÓN el 27 de noviembre de 2023, el mensaje: “‘Lo único que te pido es que el 4 de abril de 2024 tengas la amabilidad de concederme un indulto, porque al segundo año se vence la prisión preventiva, algo incluso declarado por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH)”, expresó en un mensaje grabado desde el penal donde se encuentra detenido. “No tengo ningún delito hecho, no tengo enriquecimiento ilícito”, afirmó además el acusado en declaraciones a radio El Mundo 1070 AM. Además, insistió en su petición de indulto y señaló que, de otorgársele, se pondrá a disposición ad honórem en el área que Milei determine. “Y si no me quiere sumar, que no me sume, porque igual en la política de todas maneras voy a entrar”. Por otra parte, su abogado, Guillermo Dragotto, salió a explicar que el pedido de Cositorto no es posible de aplicar, ya que el Presidente de la Nación solo tiene la facultad de indultar a personas condenadas por causas federales, no a alguien detenido con prisión preventiva”.
En el documental de Netflix, Cositorto señala: “A los damnificados yo les puedo pedir perdón, pero les digo que a partir de junio de 2024, si me permiten trabajar, yo acá tengo un teléfono público, tengo capacidad porque no es la primera vez que me hice millonario, se las devuelvo en los próximos uno, dos o tres años”.
¿Vendedor de ilusiones o ídolo con pies de barro? Quedará encontrar la respuesta en aquellos que se adentren en las luces y las sombras de un trabajo de investigación rico en imágenes de archivo y testimonios, que revela más de lo que postula.
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