MUSICA
Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur revivieron a Illya Kuryaki and The Valderramas
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El dúo de Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur cerró la nueva edición del festival Buena Vibra; antes se presentaron Marilina Bertoldi, Louta y Bandalos Chinos, entre otros
Antes de llegar al primer estribillo de “Expedición al Klama Hama”, Dante Spinetta se vio obligado a parar todo: su micrófono no funcionaba. Con esa falla técnico tuvieron que lidiar desde el inicio los Illya Kuryaki and The Valderramas en su regreso a los escenarios luego de ocho años. Como cabezas de cartel del Festival Buena Vibra, los IKV volvieron por una única noche, o al menos así fue anunciado en la previa, aunque en algunos momentos del show Emmanuel Horvilleur haya dado algunos indicios de que la cosa no sería tan así.
La nueva reunión del grupo, que en esta ocasión puede anclarse en los 30 años del lanzamiento de Chaco, aquel disco que los puso definitivamente en la alta rotación, es también una forma de ponerlos, una vez más, a dialogar con los sonidos de época. Allá por 1995 fueron los primeros en lograr que una combinación de rock, funk y hip hop pudiera colarse en el mainstream de la música argentina. Y desde que el trap y el hip hop moldearon los sonidos de la última década, la mayoría de los referentes de la escena no ha parado de referenciar a los Kuryaki como pioneros en la movida. Los homenajes en el mismo festival por parte de Marilina Bertoldi, que intercaló versos de “Abarajame” en su set, o de Louta, que los anunció como una influencia de muchos de los allí presentes y arengó con el estribillo de “Coolo” a capela, también dan cuenta del radio de acción que ha tenido la música del dúo en la cultura argentina.
Dante Spinetta: la química entre su amigo Emma y él sigue intacta Pilar Camacho
Vestidos de completo negro y acompañados por una banda que rebalsa de instrumentos y arreglos -con Matías Rada en guitarra y Francisco Fattoruso en bajo como las extensiones uruguayas que continúan un linaje de familias de célebres músicos-, Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur fueron por un repertorio que buscó conciliar hits de todas las épocas unidos ahora por arreglos que priorizan lo cool por sobre lo bizarro.
“Helicópteros” y “Ula Ula” (ambos de Chances, 2012) sirvieron de sacudón para finalmente hacer pie después del comienzo en falso y entonces sí una arremetida de clásicos estableció el baile y la celebración esperada: “Chaco”, Jaguar House”, “Jugo”, Latin Geisha”, “Coolo”. Un viaje a lo mejor del universo Kuryaki, facturado entre 1995 y 1999. Pero el sonido nunca terminó de acomodarse -fue el gran debe del festival, excepto por el escenario alternativo en el que D.I.E.T.R.I.C.H. y Marthein sonaron a un volumen apropiado- y las voces de Dante y Emma quedaron casi siempre muy por debajo de la banda, con la consecuente pérdida de impacto y efectividad que eso conlleva.
“Águila amarilla”, la canción homenaje a Luis Alberto Spinetta que tuvo su correlato en las pantallas con una imagen del Flaco, dio inicio al mini segmento cancionero del regreso Kuryaki. “Adelante” completó el tándem y enseguida “Funky futurista” unida a “Yacaré” volvieron a subir los BPM para encarar la recta final. “Gallo negro” (el único tema presente de L.H.O.N., su último álbum) marcó la pauta de baile que terminó por definir la tríada final tan esperada: “Jennifer del Estero”, “Remisero” y, por supuesto, “Abarajame”. Entre saludos y agradecimientos al público por el recibimiento, Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur se despidieron del escenario principal del Festival Buena Vibra dejando la sensación de que habrá algo más en esta versión 3.0 de los Illya Kuryaki. Por ahora, solo ellos saben qué.
Louta junto a Zoe Gotuso Pilar Camacho
Antes de IKV, los escenarios del Buena Vibra dejaron ver el énfasis en la curaduría que pone el festival. Indios, El Zar y Bandalos Chinos pasearon su repertorio de pop/rock tan bien tocado como inocuo. Louta desplegó su poder escénico de siempre que le sirve como hilo conductor de su repertorio de playlist variada. Y fue Marilina Bertoldi la que anunció que el de anoche fue su último dúo set, esta vez con Carola Zelaschi en batería, y que este año editará nuevo disco, presuntamente titulado Para quién trabajás, por lo que se dejó ver en las pantallas.
En su presentación en el festival, combinó un inicio de corte experimental con loops de teclas y voces para luego calzarse la guitarra y revisitar su discografía. Con alusiones al presidente Javier Milei y Elon Musk en pantalla incluidas, el recorrido por canciones como “O no?”, “Fumar de día”, “Sexo con modelos” y “Pucho” fue una de las propuestas más logradas de toda la jornada. Tal vez como pocas otras propuestas actuales, Marilina ha encontrado la manera de no repetirse en vivo, sin que ello suponga una pérdida de identidad, sino todo lo contrario.
Por Sebastián Chaves
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