‘Los Chalchaleros arrancaron en el colegio nacional de Salta. Eran dos dúos y se juntaron para levantar chicas. Después se hicieron profesionales, vinieron a Bs As, y se hicieron conocidos, pero al principio, según el Gordo (Juan Carlos Saravia, uno de los miembros originales), se habían juntado para levantarse chicas. Y mal no les iba.‘, contó Figueroa, quien en 1967 se sumó al grupo, surgido en 1947.

En una nota atípica y distendida concedida al programa ‘Mucho Por Hacer‘, que sale al aire por la radio de la Universidad de Belgrano (FM UB 90.9), la misma emisora donde conduce su ciclo ‘Mejor es con música‘, el ex Chalchalero recomendó a los jóvenes que ‘aprendan a tocar la guitarra‘ como arma importante a la hora de seducir.

    Y recordó que desde que se sumó al grupo, con solo 22 años de edad, ‘siempre se arrimaban chicas y nos venían a saludar‘, aunque negó que tuvieran los desprejuicios atribuidos a las famosas ‘groupies‘ rockeras.

   De todos modos, admitió que las fans de aquella época tampoco les pasaban desapercibidas a los músicos: ‘así conocí a mi mujer.‘, reconoció.

   Pancho Figueroa, quien el 17 de enero próximo se presentará en el Festival de Jesús María a dúo con otro ex Chalchalero, Polo Román, lamentó en la nota que ‘el folkore hoy está un poco trastocado‘.

   ‘Le han metido otros ritmos, medio ’acumbiados’ y parece ser que es buen negocio porque los veo a cada rato en televisión, en los festivales. Pero yo no me pienso contagiar. Dicen que han innovado poniéndole saxos, trombones y trompetas al folklore. Y batería, que es un instrumento de jazz‘, lamentó desde su óptica de defensor a ultranza de la línea tradicional.

   De igual modo expuso sus reparos ante los artistas folklóricos que reniegan del clásico atuendo campestre y suben al escenario vestidos como ídolos pop adolescentes.

   ‘La moda es la moda, pero a mí no me gustan con pantalones chupines o con esos zapatos que parecen de payaso. Nosotros nos seguimos vistiendo a la usanza de Los Chalchaleros y la gente quiere que nos vistamos así. Hay algunos que dicen que no necesitan vestirse de gauchos para cantar folklore, pero bueno, habrá que suponer que cantan folklore.‘, disparó.

    ‘La música ha sufrido una gran debacle. Yo siempre digo que la música de antes tenía melodía y la música ahora tiene ’me-dolía’.

Música es la combinación de los sonidos y el tiempo, pero con gusto...‘, advirtió.

    Y agregó: ‘La música es un negocio. Yo escucho poco folklore, y si escucho, escucho a Eduardo Falú, a don Atahualpa, a Mercedes Sosa. Al folklore de hoy lo veo un poco contaminado‘.

    ‘El músico, como el actor, es pan para hoy y hambre para mañana. A veces ganás plata, y a veces se para por completo las actuaciones. Enero, febrero y marzo es el momento en que están todos los festivales. Después, abril, mayo y junio no hay nada, absolutamente nada‘, explicó

   Al profundizar sobre las ganancias o no que pueden obtenerse con la música, apuntó: ‘Hay gente que ha ganado mucha plata con el folklore, por ejemplo el Chaqueño Palavecino, que está en todos los lugares habidos y por haber. Y está muy bien porque a la gente le gusta. Es la gente la que elige, la que decide quién va a tener éxito‘.

    ‘Nosotros con los Chalchaleros no hemos hecho nunca dinero porque era otro dinero el que se cobraba hace quince años. No había tantos festivales, tantas actuaciones como ahora. Vivíamos bien, pero absolutamente nada más que eso. Hoy, el negocio es el que hacen Abel Pintos, el Chaqueño, Los Nocheros‘, concluyó quien integró Los Chalchaleros durante 39 años, hasta la separación del grupo en el 2003.