Ese régimen consta en las Actas Acuerdo de Renegociación contractual, suscriptas en aquel año por ambas empresas con la Uniren (Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos).

Se estableció entonces un mecanismo, a fin de medir el impacto de las variaciones de los precios de la economía ocurridas durante el Período de Transición Contractual, sobre los costos de explotación e inversiones de Edenor y Edesur, recuerda la resolución 1 del ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad), publicada este lunes en el Boletín Oficial.

El Régimen de Transición ahora aplicado -a cuenta de la Revisión Tarifaria Integral, que deberá quedar concluida antes de fin de año- contempló un ajuste semestral, a fin de trasladar la variación de precios sobre la base de “índices oficiales representativos” de los costos del servicio.

Dada la Emergencia Estadística dispuesta el 8 de enero pasado, se consideran los índices de variación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para para los meses de noviembre y diciembre últimos, así como el tipo de cambio vigente al 31 de diciembre pasado, a fin de ajustar el valor de los insumos importados.

Del mismo modo, el ENRE contempla la información expuesta en los estados contables de las distribuidoras, en lo que respecta a los gastos ordinarios de administración, comercialización, financiación y otros.

Eso incluye las retribuciones de administradores, directores y síndicos; otros honorarios y retribuciones por servicios; los sueldos y jornales y las contribuciones sociales respectivas..

El ajuste tarifario también refleja los mayores gastos de estudios e investigaciones; las regalías y honorarios por servicios técnicos y otros conceptos similares; los gastos por publicidad y propaganda; los impuestos, tasas y contribuciones, así como intereses, multas y recargos; y los intereses pagados o devengados por deudas con proveedores, bancos o instituciones financieras, sociedades controladas, controlantes o vinculadas y otros.

Por último, los considerandos sobre la suba de tarifas señalan que “los volúmenes de energía comercializados por las distribuidoras han experimentado un importante crecimiento, generando economías de escala que deben ser consideradas en el ajuste de sus ingresos”.