La FIFA inaugurará el próximo domingo 28 de febrero el Museo del Fútbol Mundial en el corazón de Zúrich, a lo largo de tres mil metros cuadrados con múltiples instalaciones multimedia y verdaderas reliquias para revivir la riquísima historia del deporte más popular del Planeta.

En el Museo se puede vivir la sensación de los jugadores en un túnel de vestuarios siendo alentados por los hinchas, uno se convierte en comentarista de las jugadas icónicas de la historia o se pone en la piel de un árbitro.

"Sin Historia no hay futuro. Y ya era hora de que la historia del fútbol mundial tuviera un lugar en el que mostrar cómo el fútbol conecta e inspira al mundo. Aquí se demuestra que el fútbol se juega en cualquier tipo de circunstancias, condiciones y escenarios", explica Stefan Jost, uno de los responsables del Museo.

Los fanáticos argentinos que tengan la posibilidad de visitar el museo, se encontrarán la pelota del partido que Argentina perdió con Inglaterra y es recordado por la expulsión de Antonio Rattín.
 

Dentro del material expuesto en el museo, Argentina ha quedado muy bien representada en la etapa inaugural con varios objetos.

Está el pasaporte de Luis Monti, el único jugador en disputar dos finales para dos seleccionados diferentes. Luisito (doble ancho, como se lo conocía) fue subcampeón con la albiceleste en 1930 y luego integró el seleccionado italiano en 1934, que ganara la final en una agónico encuentro ante Checoslovaquia.

La final de 1978, cuando la Selección consiguió su primer título del mundo, tiene su lugar en el museo, con las camisetas de Américo Rubén Gallego, mediocampista de aquel equipo argentino. Además está una de las joyas más preciadas de los mundiales: la camiseta que Kimberley de Mar del Plata le prestó a Francia para jugar su partido contra Hungría.

La camiseta de San Lorenzo se destaca como otra de las atracciones para los argentinos que vayan, ya que está la edición que homenajea al Papa Francisco, y fue utilizada ante Colón en marzo de 2013.

Entre tantas fotos y videos de goles y jugadas, entre tantos tesoros que ofrece el Museo de Fútbol de la FIFA, está la vieja base de la desaparecida Copa Jules Rimet, que cuenta en su cubo de lapislázuli las plaquetas de los campeonatos de 1930 (Uruguay); 1934 (Italia); 1938 (Italia); 1950 (Uruguay). En 1954 la base de la copa fue cambiada, por eso la original se salvó del robo del Rimet en 1983.

Por último, el racconto del camino que recorrió la pelota por todo el Planeta Tierra, tiene uno de sus momentos más espectaculares con la aparición del “Arco Iris”, que representa las 209 camisetas de las 209 selecciones que integran la FIFA. Ordenadas por colores, comenzando por las amarillas, luego la gama de azules, verdes, blancas y rojas, las camisetas son exhibidas con este formato en la entrada del museo.