CAMPO-
Ola de calor: pautas para prevenir estrés térmico en bovinos de leche y carne
Los expertos brindan una serie de recomendaciones para cuidar a la hacienda en plena ola de calor extremo. Agua, monitoreo y consultar el ITH.
La sequia se extiende en todo el territorio argentino afectando a la producción agropecuaria. De igual manera que la ola de calor extremo afecta e impacta sobre los cultivos de grano, también altera el estado de confort animal, provocando mermas productivas.
De esta manera, desde la Cámara de Productores de Leche Cuenca Oeste, así como la Cámara Argentina de Feedlot, brindaron una serie de recomendaciones para el cuidado de los animales durante esta semana de sofocante calor.
“Si apelamos a las estadísticas, en los últimos diez años, son mayoría los años de falta de lluvias, o fuera de la ventana ideal de ocurrencia. De esta manera, las altas temperaturas fueron el común denominador en primavera/verano, lo que agrava toda la situación”, advierte al médico veterinario Félix Fares, de la cámara lechera.
Como parte del plan de monitoreo es clave consultar diariamente el ITH, el Índice de Temperatura y Humedad, y consecuentemente aumentar las recorridas diarias para controlar el estado de los animales.
Los lecheros sostienen, en cuanto al cuidado animal, suspender o limitar lo máximo posible el trabajo en corrales, y de no poder evitarlo, realizarlo muy temprano en la mañana, limitando los traslados de hacienda o hacerlos durante la noche.
En el caso de los animales destinados a la producción de carne, se recomienda no cargar ni movilizar hacienda los días en los que está pronosticado el “alerta por calor”, ni tampoco en las horas de máxima radiación.
Desde ya, queda claro la importancia de procurar espacios y lugares de sombra y exposición al viento.
Alimento y agua
En cuanto a la alimentación y la bebida, desde la cámara lechera indican que se debe asegurar agua fresca y limpia y chequear al menos la cantidad disponible y el funcionamiento de aguadas disminuir la energía de la ración, asegurar fibra y en lo posible humedecer la dieta.
También es de gran ayuda entregar el alimento en un 30% por la mañana y un 70% por la tarde y evitar la ventana entre las 9 y las 17 horas.
Ante la observación de animales con baba, bajar la entrega diaria de comida hasta un 50%.
Es bueno también evitar aquellas dietas como pasturas pasadas o silos viejos que provocan exceso de actividad rumial e incremento calórico que pueden afectar la temperatura homeostática del animal.
Asimismo, Fares advierte que, “en una campaña como la presente se conjugan, por un lado, costos crecientes, no solo de implantación sino de confección. El resultado, luego del arrebato térmico de los maíces, contar con silos de menor calidad, más secos que lo habitual y con muy poco grano”.
También destaca que, a este cuadro, hay que agregarle las pérdidas de pasturas, que en más de un caso habrá que pensar en resembrarlas (o intersembrar) en el otoño.
Tips desde el Inta
En paralelo, también el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) difundió sus recomendaciones para este escenario de extremo calor que puede afectar la producción bovina, que en general coinciden con las expresadas por Caprolecoba y por la CAF.
Según el experto del INTA Bordenave, Aníbal Fernández Mayer, la zona de confort para vacunos de carne está compuesta por temperaturas que varían de 7° C a 26° C, mientras que para vacas lecheras debe ser de 5° C a 21° C. Además, esta se da cuando la humedad relativa oscila entre 10% a 50% y la velocidad del viento varía entre 5 a 8 kilómetros por hora.
“El estrés por calor se da cuando la temperatura ambiental es superior a los 26° C – 28° C, cuando la humedad relativa es mayor del 50% y cuando la velocidad del viento es menor a 5 kilómetros por hora”, amplió el investigador.
Para saber con exactitud cuáles son los valores que se registran, el INTA cuenta con una herramienta que permite monitorear el índice de temperatura y humedad (ITH) en tiempo real, contando con información del pronóstico para los próximos días y las condiciones de los días previos.
“La herramienta permite al usuario consultar, a partir de los datos meteorológicos de la estación meteorológica automática (EMA) deseada o de un determinado punto en el mapa (latitud y longitud), el índice de temperatura y humedad de los últimos dos días (incluyendo el actual)”, explicó Natalia Gattinoni, especialista del Instituto de Clima y Agua, y agregó: “Además, permite conocer el índice pronosticado hasta 48 horas”.
“Mediante una fórmula matemática que combina temperatura y humedad del ambiente, se infiere el nivel de calor que pueda estar sufriendo el ganado, según las condiciones que se registren a lo largo de día”, añadió Gattinoni.
De acuerdo con Laura Gastaldi, especialista del INTA Rafaela –Santa Fe–, los animales se estresan y pierden bienestar a partir de un ITH igual o mayor a 72, valor crítico de referencia para el ganado lechero. “Si el ITH se mantiene por encima de 72 durante al menos tres días, dicho evento constituye una ola de calor; mientras que cuando este índice llega a 88.1 hay peligro de muerte”, afirmó.
En este sentido, “es importante analizar de manera conjunta las condiciones de ITH a las nueve de la mañana y a las nueve de la noche, sumado al pronóstico de los días siguientes, para saber de manera anticipada si el ganado se está alejando de la zona de confort”, agregó Gastaldi.
Indicadores a observar
Otro punto relevante a tener en cuenta es que existen indicadores de estrés propios de los vacunos que interactúan entre sí en un ambiente con alta temperatura y humedad. Bajo condiciones de estrés calórico la frecuencia respiratoria puede ascender entre 65 y 120 jadeos por minuto, el consumo de materia seca se puede reducir superando el 20% y se puede afectar la actividad reproductiva.
“Además, en ambientes estresantes la pérdida de producción supera el 10 %, pudiendo llegar en casos extremos a caídas mayor del 50 % en regiones tropicales y subtropicales”, detalló Fernández Mayer.
La concentración energética, granos almidonosos, sirven para contrarrestar la disminución de consumo de materia seca que experimentan los vacunos por efectos del calor. También, los concentrados proteicos de menor degradabilidad ruminal, como grasas by pass, aumentan la densidad energética de la dieta y no fermentan en rumen.
Esta estrategia pretende suplir las denominadas dietas calientes, las cuales se caracterizan por tener una alta proporción de fibra (celulosa, hemicelulosa y lignina) de baja digestibilidad. Estas moléculas complejas son fermentadas en el rumen, generando altas proporciones de ácido acético, lo que eleva la temperatura corporal difícil de disipar por el ganado.
Por otro lado, suministrar sombra y contar con aspersores y ventiladores permite propiciar una zona de confort. “En producción lechera, para amortiguar las altas temperaturas se debería emplear sombra artificial o natural especialmente entre las 11 am a las 18 pm para que los animales descansen adecuadamente”, expresó Fernández Mayer.
Además, agregó que resulta importante contar con sombra donde se ubican los comederos y bebederos y con grandes ventiladores bajo tinglados abiertos o media sombra donde los animales descansan y comen.
En cuanto a la aspersión, “por cada 0,5 litros de agua que se aplica sobre el animal se puede disipar 255 kilocalorías de calor corporal”, expresó el técnico. Y agregó: “El tamaño de gota debe variar entre 3 a 5 milímetros, así el agua puede atravesar el pelo y llegar al cuero, ya que si las gotas de agua son de menor tamaño se puede producir una impermeabilización de esa zona sin dar lugar a que irradie el calor interno del animal al ambiente”. (Infocampo)
Más información sobre las recomendaciones del INTA, clickear AQUÍ
COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!