02/11/2024
Alicia Orlandi, una pionera de la abstracción, se revela por primera vez en este siglo

Fuente: telam
Con la muestra “Íntima Libertad”, en la galería Roldán Moderno, el legado de la artista geométrica se presenta tras décadas de ausencia, con obras que recorren 50 años de producción
>Hace aproximadamente dos décadas, la artista Alicia Orlandi decidió aislarse del mundo artístico por razones que permanecen desconocidas. Este retiro, junto con otros conflictos internos de este mundillo, generaron que su obra, que ahora se considera un legado tras su fallecimiento hace dos años, pareciera haberse desvanecido de la memoria colectiva. Su nombre aparecía, sí, en los relatos de la época, era nombrada en libros; sin embargo, su trabajo era apreciado en el blanco y negro de los recortes periodísticos, a los que los investigadores y pintores abstractos y geométrico del país accedían por interés propio. Ya no más.
Con la muestra Íntima Libertad, en la galería Roldán Moderno, esa ausencia comienza un camino de reconocimiento con la primera exposición que se realiza desde el 2000 en una galería privada, en la que se recorren 50 años de producción.
La galería dio un anticipo de este regreso, llevando una obra de la artista a la última edición de Orlandi comenzó su carrera a mediados de los 50, en un momento en el que, tras la aparición de Arte Concreto-Invención y el movimiento Madí una década antes, había un campo fértil para las indagaciones abstractas y más oportunidades para las mujeres artistas que comenzaron a emerger como Minujín, Josefina Robirosa, Sarah Grilo, Martha Peluffo, Noemí Gerstein y, desde París, Alicia Penalba.
En la primera sala de Íntima Libertad se encuentran algunas de las primeras obras que se conservan de finales de eso años formativos, como Escritura Maya, donde se observa “una herencia más concretista de los años ‘40″, con referentes como Tomás Maldonado y los Madí.
“Además, se comienza a observar las tendencias más informalistas de finales de los ‘50, con una pintura cincelada, un poco más gestual, con los colores un poco más libres y una paleta yendo a los ocres”, explica a Infobae Cultura la investigadora Ayelén Pagnanelli, curadora de la exposición, especializada en cuestiones de género y sexualidad en los escenarios del arte abstracto argentino de mediados del siglo XX.“A lo largo de su producción trabaja sobre la grilla, con la retícula modernista y la experimentación tanto de los colores como con las formas. Entiende que hay mucho para jugar con el círculo, el semicírculo, los colores y los rectángulos. En sus obras parece preguntarse ‘¿qué sucede cuando se superponen esos colores, esas formas?’”, dice Pagnanelli.
Aunque su mayor guía sería el húngaro Ese mismo año alcanzó un hito importante cuando el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) adquirió tres de sus piezas, que fueron presentadas en una serie de exhibiciones a través de Estados Unidos.
“Ella no está como únicamente siguiendo un lineamiento europeo, sino que está apropiándose del lenguaje de las abstracciones sudamericanas, pero también investigaciones personales que ya realizó para generar un cuerpo de obras”, sostiene Pagnanello.
Durante los 70, consolidó su presencia tanto a nivel nacional como internacional, participando en bienales y recibiendo premios por su trabajo en grabado. Sus obras forman parte de importantes colecciones, incluyendo el mítico En la muestra se presentan también algunas piezas de su archivo personal, desde un libro sobre la Monocopia que escribió, fotos, escritos y una serie de folletos de cuando trabajó como diseñadora gráfica para una farmacéutica, en los que “que claramente está pensando su obra, ya que se observan esa grilla muy parecida a la serie de entonces”, creando un paralelismo entre “lo que ella estaba produciendo en su obra artística como en lo que hacía para vivir día a día”.Durante esta época es perceptible un cambio en la materialidad, del óleo al acrílico que, considera la curadora, se produjo por “un tema de practicidad” que le permitió “trabajar con líneas más precisas”. En ese sentido, entre ambas décadas es notable cómo esa búsqueda cromática resalta en el lienzo y le otorga mayor o menor cuerpo a la pieza, dando en algunos casos la apariencia de ser un collage, donde la superposición no se esconde.
“En las obras de la primera sala, por ejemplo, se ven las capas y capas de materiales, una textura mucho más intensa, posiblemente trabajo de días y semanas sobre la misma obra para conseguir el color. También toda la estética más tarde hace que se vean como más industriales. Al final la mano del artista de alguna manera termina desapareciendo y en las otras se nota que estaba mucho más implicada”, explica sobre estas piezas donde lo romboidal y el uso de lo fluorescente, de los colores vibrantes, se vigoriza.En la siguiente década recuperó sus puestos académicos y siguió participando en muchas exposiciones colectivas, pero llegado el nuevo milenio su nombre empieza a difuminarse. De los 80 pueden observarse obras como Vibratil (1982), entre otras en las lleva la cuestión de lo cinético al extremo, “porque cuesta quedarse mucho tiempo mirándola sin que sucedan cosas extrañas en nuestros ojos”. Además, se presentan una serie de grabados de la serie Kleiana de los ‘90.
No soy de aquí, ni soy de allá, cantaba Facundo Cabral, frase que se puede pensar sobre cómo la historiografía captó al legado del Orlandi sin ser necesariamente cierto, pero algo de esto hay, debido a que ser a pesar de una grabadora premiada y haber tenido una permanencia por casi medio siglo en la escena, su obra perdió visibilidad.Sobre la ausencia en sus años finales, Boccazzi comenta: “Durante el siglo XX tenía un gran reconocimiento y no sabemos por qué en los últimos 22 años decidió abrirse básicamente del medio, suponemos que será una decisión propia”. Y Pagananelli agrega: “Esta es la primera oportunidad para verla desde una muestra en una galería en el 2000. No tuvo tampoco mucho eco en exhibiciones colectivas ni fue incorporada en las regiones más generales de la historia del arte. Si bien ella falleció hace pocos años no tuvo más permanencia en el campo artístico argentino”. Ya no más.
Fuente: telam