En concreto, el 39% dijo que sembrará menos trigo que el año pasado, y adujo el aumento del valor de los insumos y su baja disponibilidad como el principal argumento. Un 15% directamente no lo implantará.

En tanto, la relación precio/margen fue otra de las principales causas citadas, mientras que la situación climática, la variación de las retenciones y la rotación de cultivos fueron menos seleccionadas.

Es un dato no menor, teniendo en cuenta que el centro y sur de Buenos Aires son las zonas con mayor producción de trigo del país.

TRIGO EN BAJA

Del mismo modo, la Bolsa de Comercio de Santa Fe señaló que en el centro-norte de esa provincia, “el área a sembrar con trigo será levemente inferior a la del ciclo anterior, que alcanzó las 375.000 hectáreas”.

Estas proyecciones pesimistas se suman a la primera estimación dada a conocer por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, según la cual se sembrarían 200.000 hectáreas menos que el año pasado.

Asimismo, los últimos datos recogidos por la Bolsa de Comercio de Rosario en la zona núcleo muestran una reducción del área; mientras que la Bolsa de Cereales de Córdoba calculó un desplome del 17% en la siembra para este año, con un área que sería la más baja en siete campañas.

Un dato adicional que muestra que no es el mejor momento para el trigo es que el relevamiento de la Bolsa bahiense determinó que un 52% de los productores piensan reducir el uso de fertilizantes, contra un 30% que lo mantendrá y solo un 5% que lo aumentará.

MÁS CEBADA

No obstante, del informe de la entidad del sur bonaerense surgen también datos positivos, aunque vinculados al cultivo de cebada, que ya comenzó a implantarse.

En este caso, la opción con mayores respuestas (35%) fue para los productores que piensan aumentar la superficie, casi duplicando al 18% que la disminuirá.

Una relación precio/margen mejor que la del trigo sería el factor determinante para esta tendencia.