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El cine de terror argentino encontró finalmente el éxito que tanto buscaba
"Cuando acecha la maldad", de Demian Rugna, va camino a superar los 100 mil espectadores y convertirse en la segunda película nacional más vista en el año, después de "La extorsión", filme protagonizado por Guillermo Francella.
Las excelentes cifras de taquilla de “Cuando acecha la maldad”, segundo largometraje de Demian Rugna, marcan una suerte de consagración definitiva para el cine de terror argentino. Es la coronación de años, décadas de esfuerzos, muchas veces con más frustraciones que logros, pero que a fuerza de constancia, perseverancia, amor y militancia por el género está consiguiendo la primera conexión real con un público masivo.
La nueva película de Rugna tuvo su estreno mundial en el Festival de Toronto, luego fue a Sitges (la muestra catalana es una de las más importantes en el terreno del fantástico y el terror), donde ganó el premio máximo de la competencia principal. Tras ese promisorio debut, fue lanzada en 659 salas de los Estados Unidos y poco después se subió a Shudder, una popular plataforma de streaming especializada en dicho género y que había participado mediante una compra previa en la financiación del proyecto.
Así, incluso estando ya pirateada, llegó el estreno en los cines de Argentina, donde en su primera semana convocó a algo más de 65.000 espectadores en 142 salas. Si bien en su debut quedó en el tercer puesto de la taquilla local, su promedio de ingreso por copia fue superior incluso al de una novedad hollywoodense del mismo jueves como “The Marvels”: mientras el film nacional recaudó 810.000 pesos por pantalla la producción de Marvel / Disney obtuvo 670.000.
Sin grandes figuras -el más conocido es Luis Ziembrowski- va camino a ubicarde en el podio de las películas argentinas más vista del año. (Foto Prensa)
A diferencia de otros modestos y efímeros éxitos del terror vernáculo, “Cuando acecha la maldad” tiene todo para consolidarse: el “boca a boca” en redes denota un entusiasmo pocas veces visto y los exhibidores se han dado cuenta de que el film de Rugna tiene “patas” para un largo recorrido. Así, por ejemplo, en el complejo Cinemark Palermo la película tuvo muy pocas funciones diarias durante su primera semana, pero desde este jueves 16 noviembre ya ha sido programada con diez proyecciones cada jornada (y hay que sumarles las trasnoches).
Un éxito inusual
¿Por qué es importante apreciar lo que ocurra durante la segunda semana? Porque los filmes de terror nacionales tienden a derrumbarse luego de sus primeros siete días en cartel. Veamos algunos ejemplos: “Sudor frío” (2011), de Adrián García Bogliano, vendió 46.886 entradas en 47 salas en sus primera semana, luego perdió 53% en la segunda y cerró su recorrido comercial con un acumulado de 82.700 tickets; “Resurrección” (2016), de Gonzalo Calzada, arrancó con 32.259 espectadores en 70 salas, cayó 60% en su segunda semana y concluyó con 63.200 localidades; “No dormirás” (2018), coproducción entre España, Argentina y Uruguay dirigida por Gustavo Hernández, vendió 71.029 tickets en 182 salas en su primera semana, pero luego perdió 76% y terminó muy cerca de las 100.000 localidades (99.400). Incluso “Aterrados” (2018), ópera prima del propio Demian Rugna, arrancó con 14.049 personas en 88 salas, cayó 59% en su segunda semana y cerró con 30.200 espectadores.
Más allá de cualquier evaluación posible (que el público no las recomendaba, que la audiencia potencial se agotaba en la primera semana, que los exhibidores no confiaban y las bajaban muy rápidamente de cartel), lo cierto es que no pasaba con el terror nacional lo que sí suele ocurrir con el extranjero.
Solo la saga de “El conjuro”, que incluye 9 películas en una década, convocó a 9 millones de espectadores en los cines de Argentina, mientras que ninguna producción nacional ligada al terror superó los 100.000 tickets en el último cuarto de siglo (existen estadísticas confiables desde 1997 a la fecha).
Así, es casi un hecho que “Cuando acecha la maldad” romperá en breve esa suerte de techo de cristal de los 100.000 espectadores y podría trepar incluso hasta el segundo puesto del ranking anual del cine argentino que encabeza “La extorsión”, thriller protagonizado por Guillermo Francella con 550.000 espectadores. Un logro que, vistos los antecedentes, no es para nada menor
Haciendo historia
El cine de terror argentino tiene una larga y rica trayectoria (reconstruida por “Otra película maldita”, notable documental de Albert Fasce y Mario Varela el documental) y una presencia muy importante en el Festival Buenos Aires Rojo Sangre (una muestra muy popular cuya 24a. edición se desarrollará del 23 de noviembre al 3 de diciembre en el Multiplex Belgrano y en El Cultural San Martín).
Desde clásicos del género como “El extraño caso del hombre y la bestia” (1951), de Mario Soffici, o títulos ligados también al melodrama y al policial como “El vampiro negro” (1952), de Román Vignoli Barreto; o “Si muero antes de despertar” (1952), de Carlos Hugo Christensen; hasta los múltiples aportes tanto en cine como en televisión del gran Narciso Ibañez Menta, pasando por las filmografías de cineastas más recientes como Pablo Pares, los hermanos Ramiro y Adrián García Bogliano, Daniel de la Vega, Ezio Masa, Gonzalo Calzada, los hermanos Luciano y Nicolás Onetti, Hernán Moyano, Fabián Forte, Cristian Ponce y también de talentosas mujeres con muy buenos aportes como Tamae Tarateguy, Laura Casabé, Laura Sánchez Acosta, Jimena Monteoliva y Lucía Vassallo, el terror argentino -disponible en varios casos en el servicio de streaming Netflix y sobre todo en la plataforma pública Cine Ar Play- intenta hacer honor a su rica tradición y consolidar un público y un mercado que exceda el marco del nicho minoritario de unos pocos entusiastas para convertirse en una auténtica pasión de multitudes.
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