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Finalizó la siembra de trigo “precozmente” y hay varias señales de alerta
Informes de las Bolsas de Cereales de Buenos Aires, Rosario y Córdoba dan cuenta de los problemas que se están viendo en muchos lotes de trigo, a raíz de la falta de lluvias y las recurrentes heladas.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio por finalizada la siembra de trigo 2024/25 con una superficie de 6,3 millones de hectáreas.
Este valor significa un aumento del 6,8% o 400.000 hectáreas frente al año pasado, de acuerdo con las estadísticas de la entidad porteña.
Sin embargo, este dato positivo choca con algunas señales de alerta que han surgido como consecuencia de la sucesión de fuertes heladas y la falta de lluvias que se viene sintiendo desde mediados del otoño.
De hecho, la Bolsa afirmó que las labores de implantación finalizaron “precozmente” en relación al ciclo previo, justamente por la falta de humedad superficial a raíz de la ausencia de precipitaciones y el frío extremo.
EL TRIGO, CON DATOS QUE PREOCUPAN
Un primer dato preocupante es que la condición hídrica entre regular y mala creció en 12 puntos porcentuales en una semana, y así, ya son más los lotes que están con problemas de oferta de agua (58%), que los que tienen un panorama entre óptimo y adecuado (42%).
La consecuencia inmediata es también un desmejoramiento de las condiciones de los cultivos: si bien el 84% presenta todavía un estado entre normal y bueno, este valor es 10 puntos porcentuales inferior al de hace una semana.
“El cultivo manifiesta algunos daños por frío, amarillamientos y en casos extremos pérdida de stand de plantas, pero también se observan buenos enraizamientos como consecuencia de las bajas temperaturas”, indicó la Bolsa.
En este marco, la buena noticia es que “para los próximos días se pronostican algunas lluvias moderadas sobre el margen este del área agrícola que, de concretarse impactarían favorablemente en la condición del cultivo y permitirían retomar labores de fertilización, previo al inicio de etapas críticas”.
EL TRIGO, COMPLICADO EN LA ZONA NÚCLEO
En paralelo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) publicó el informe semanal para la zona núcleo de su Guía Estratégica para el Agro (GEA) que también trae luces amarillas: el 10% del trigo en esta región del país está entre regular y malo.
“La posibilidad de una gran campaña va quedando atrás, excepto que llueva dentro de los próximos 15 días. En julio, el promedio de lluvias para la región no llegó siquiera a un milímetro”, advirtió la GEA.
La zona más afectada es el norte de Buenos Aires, específicamente el nordeste. En Pergamino, por ejemplo, el tiempo seco y frío fue brutal también con otros cultivos: “Ha matado plantas en cebada y arveja. En crucíferas, la mayor parte de los lotes están perdidos”, señalaron técnicos de la zona.
Allí, el trigo es el cultivo que más está resistiendo; sin embargo, ya hay un 10% en malas condiciones y un 30% regular. “Pequeños, con poca biomasa, retrasados en su crecimiento, con un macollaje muy demorado. Cada día que pasa sin agua se pierde rendimiento potencial”, agregaron.
Hacia el noroeste bonaerense, los lotes más críticos son las siembras de julio y los lotes con menor aptitud. En General Pinto, como caso testigo, explicaron que “les llevó más de 20 días nacer a los sembrados en julio. Son los lotes que están más en riesgo por la falta de agua”.
Temen en estos cuadros problemas importantes si se producen nuevas heladas tras los próximos días de temperaturas primaverales.
En tanto, en el resto de la región núcleo, los asesores coincidieron en que los trigos están resistiendo, pero casi no crecen y desarrollan muy lentamente. “Ya no se espera una gran campaña, salvo que se dé una lluvia dentro de 15 días. Necesitamos 15 a 20 mm para que retome el crecimiento y no se vea afectado el potencial”, analizaron.
Además de reactivar el crecimiento de los cultivos y que los mismos desarrollen raíces para aprovechar la humedad disponible en niveles subsuperficiales del suelo, la llegada de lluvias es fundamental para poder cumplir con los planes de fertilización y no quedar limitados con el rendimiento potencial.
El tema es que julio realmente terminó con promedios muy bajos y a eso se sumó otro “hito” en los 17 años en que lleva funcionando la red GEA: la intensa y persistente ola polar de hace un par de semanas sumergió los termómetros entre los –4 y los –8ºC por casi 10 días seguidos, algo que no tiene precedentes.
EL TRIGO, TAMBIÉN FALLANDO EN CÓRDOBA
En tanto, la Bolsa de Cereales de Córdoba también señaló en un informe que “el trigo comienza a sentir la ausencia de precipitaciones”.
Sobre una superficie estimada de 1,1 millones de hectáreas (15% más que el año pasado y 6% más que el promedio 2007-2023), los técnicos y referentes zonales consultados indicaron que el cereal tuvo una buena implantación, favorecido por el contenido de humedad inicial en la capa arable.
Solo se dieron algunas excepciones de nacimientos en “manchones” en las siembras más tardías donde la humedad del suelo era menor.
El problema es que “más allá de que el 56% del cultivo se reportó en excelente y muy buen estado general, la superficie en regular y mal estado se duplicó, pasando de ser 48.000 hectáreas a 102.000”, aseguró la Bolsa cordobesa.
La explicación es la misma que brindaron sus pares de Buenos Aires y Rosario: esto se atribuye a la sequía y las heladas que ya habrían empezado a hacerse notar en los lotes.
En cuanto a plagas, se observó presencia de pulgón verde de los cereales (Schizaphis graminum) en baja incidencia en los departamentos del norte de la provincia.
Por Infocampo
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