La placa lo consolida como un artista completo capaz de abordar desde el tango, diferentes y cuidadas vertientes de la música popular, bajo la producción de Alejandro Pont Lezica, quien puso toda su experiencia para un disco sin baches.

Omar combina con sapiencia y buen gusto temas como “Tinta roja” de Piana y Cátulo Castillo, “Cristal” de Contursi y Mores, “Garúa” de Troilo y Cadícamo, la ya mencionada “Balada para mi muerte” de Piazzolla y Ferrer, “Como dos extraños” de Laurenz y Contursi, “Que tango hay que cantar” de Juárez y Castaña, hasta una versión muy propia de la “Luna tucumana”, de Yupanqui con el agregado de la guitarra de Luis Salinas.

Pero como si esto fuera poco en el disco encontramos algunas perlitas como “Cuando me hablan del destino” de Joaquín Sabina, “Después” de Gutiérrez y Manzi, “Confidencias” de Chabela Durán, y “Somos” de Mario Clavel.

Qué mejor que el mismo Mollo en una distendida charla en un clásico bar de Buenos Aires, en la mítica esquina de Corrientes y Callao, nos cuente qué “es el disco que hace años tenía en la cabeza, bien ecléctico, con autores de todos los tiempos, con canciones que realmente tenía ganas de grabar. Algunas las puse a consideración de la gente en la temporada que hice en el Maipo Kabaret. La gente las aceptó y así con la opinión de Alejandro (Pont Lezica) seguimos adelante”.

“Incluso –continúa Omar- grabé la primera canción que se le dedica al barrio de Constitución, que se llama ‘Te miro despertar, Constitución’, con música de Tito Segura y letra de Víctor Yunes Castillo, una maravilla porque refleja su sentimiento hacia el barrio de toda su vida. Así que lo tomé como un tributo y quedó bárbaro”.

“Soy un cantor simple que elige un repertorio, lo grabo y lo dejo fluir con la gente. Ya me había pasado con el primero ‘Barrio sur’. Después vino el que grabamos en vivo y ahora este nuevo de estudio que todavía tiene más sabor a Buenos Aires”, manifestó.

La grabación contó con los músicos que acompañan habitualmente a Omar: Diego Ramos en piano y dirección musical, Federico Maiocchi en contrabajo y Ernesto “Chino” Molina en bandoneón, a quienes se agregaron como invitados, Pepe Gutiérrez, Emilio Cossani y Jonatan Álvarez en guitarras, Carlos Cossatini en violín, Patricio Villarejo en cello y Luis Salinas.

“Nunca voy a olvidarme del maestro Ferrer cuando, con sus sabios consejos, me guió en mis comienzos tangueros. Yo venía del rock con mi banda MAM que, de paso, nunca se fue. Siempre está ahí como diciendo ´¿cuándo volvemos?´. No es una broma, pero mi carrera hoy es con el tango. Sin embargo Ferrer me dijo ´siga adelante, el tango lo espera´ y le prometí grabar ‘Balada para mi muerte’. Bueno, aquí está, le cumplí, maestro, y usted seguro en algún lugar la estará escuchando”, reflexionó.

“Llegará, tangamente, mi muerte enamorada…”, dice Ferrer desde su tema y el maestro asistirá seguramente como un travieso duende el sábado 12 al ND Teatro, Paraguay 918, a la presentación oficial del disco, recital en el cual Omar y sus músicos desplegarán cada uno de los temas y seguramente alguna sorpresa que siempre nos tiene preparada en cada show.

“Soy un agradecido de la vida –auguró- a mi mujer que me acompaña siempre, a Alejandro por su confianza desde siempre, a mis músicos, a los medios de prensa que me dan una mano en todo lo que hago y fundamentalmente a la gente que es la que acepta mi mensaje, mi forma de ser”.