"La tradición te dice cuándo es de día y cuándo de noche. Te dice dónde estás parado. Una vez que sabés eso, podés bailar y tocar encima, podés permitirte algunas desprolijidades", afirmó Mederos. Y Arias refrendó: "No se puede tocar sin saber cómo tocaron tus abuelos, tus tararabuelos; a partir de eso, uno puede despegarse".


"Esa coincidencia es el fundamento emocional e ideológico de este encuentro", justificó el bandoneonista a modo de presentación de los conciertos que ambos brindarán el miércoles 14 y el jueves 29 en el escenario del Torquato Tasso (Defensa 1575, CABA).

Los conciertos tendrán un prólogo de trascendencia: el estreno del disco "Trece", de Rodolfo Mederos con su Orquesta Típica, el martes 6 a las 20 en el Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151).

"Hay una mcdonalización del gusto que vapulea y erosiona nuestra identidad como pocas veces ha pasado antes", lanza Mederos en defensa de la Orquesta Típica, el formato por excelencia del tiempo dorado del tango.

A propósito del encuentro con Bruno Arias, una extrañeza en la forma de presentarse de Mederos, que rara vez acepta esa clase de encuentros, Télam dialogó con los músicos.
- Bruno Arias: Yo soy de una generación y Rodolfo es el referente de varias. Nunca imaginé tocar con él, pero sí deseaba conocerlo. No esperaba esta suerte de abrazo artístico que pasa cuando se da esta clase de encuentros.
- Rodolfo Mederos: Uno tiene que hacer música siempre con la misma importancia. En ese sentido, no importa si tocás en el patio de tu casa o un escenario prestigioso. Ese tipo de diferenciaciones suele ser muy reaccionaria. Si hay alguien oyendo, es suficiente. En esta ocasión tengo la suerte de cruzarme con un músico joven a quien tengo la sensación de conocer hace mucho. Cuestiones de sensibilidad, ideológicas, hacen que no lo sienta como un ser extraño. No es un cruce para nada oportunista. No es para atraer nada. No es para tener más aplausos, que se evaporan rápido igual que la plata. Tocar con él es el resultado, si se quiere, de una suerte de instinto de mejoramiento. Yo quiero ser cada vez mejor y veo que él me va a nutrir. Si veo que eso no está, huyo.

- Télam: Los dos son músicos de lenguajes musicales que tienen una historia y una evolución, ¿en qué medida se permiten contrariar esa herencia en sus músicas?
- RM: La tradición es la rama donde uno está parado, es lo que te mantiene firme, lo que te da pertenencia, te dice cuándo es de día y cuándo de noche. Pero uno arriba de la tradición hace otras cosas, hace desprolijidades. La tradición es la rama y, sin ella, nada serviría. Pero aferrarse a ella como un mástil donde uno no puede despegarse sería la muerte. Esas ramas que te sostienen son la historia, no entendida como el hecho que pasó, eso es el pasado; sino la historia como un hecho del pasado que -además- repercutió en tu emoción. Y si eso no te sostiene, entonces, no te sostiene nada.
- BA: La tradición es una raíz. Uno no puede estar al margen de cómo tocaba su abuelo, su tatarabuelo. Siempre traté de aprender con respeto por los viejos guitarreros, con los músicos de la tradición oral; luego hay que despegar un poco. Pero eso viene recién cuando estás seguro de que tenés los pies firmes.Fuente:Telam

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