LOCALES TIGRE
Presentaron en Tigre el libro homenaje al Padre Pancho Soares a 39 años de su asesinato
Como parte de la Semana de la Memoria, la Verdad y la Justicia, organizada por el municipio, se presentó "Sangre en la Iglesia", que homenajea al padre “Pancho” Soares, tigrense asesinado por la última dictadura milita
En el Museo de la Reconquista, el Municipio de Tigre continuó con las actividades por la Semana de la Memoria, la Verdad y la Justicia, cuyo objetivo es mantener vivo el recuerdo de la lucha de quienes se enfrentaron al gobierno de facto más cruento de la historia argentina. El libro “Sangre en la iglesia” fue escrito por el padre Pedro Oeyen, en honor al cura obrero Francisco Soares, quien falleciera el 13 de febrero de 1976, a manos de integrantes de la última dictadura militar. En el marco de la presentación de su obra, el sacerdote y Monseñor Casaretto ofrecieron una disertación para los vecinos presentes.
Al respecto, el Dr. Julio Zamora, jefe comunal de Tigre, expresó: “Como desde el 2007, organizamos esta semana una serie de acciones para que esos hechos del pasado nos permitan, mediante la verdad, la memoria y la justicia, mirar al futuro con el convencimiento de que no vuelvan a ocurrir nunca más. El padre “Pancho” dio su vida peleando por los ideales, para ayudar a los que menos tenían y para hacer valer los derechos de nuestra comunidad. Por eso, nuestros compromiso de seguir reconociéndolo a él, tanto como a la maestra Rosa María Casariego, a los empleados de Astarsa, y a tantos otros vecinos que lucharon por la justicia social”.
“Celebro y apoyo que existe un libro en memoria de un hombre como el padre ‘Pancho’ Soares, que hizo tanto por nuestra comunidad y lucho por los derechos humanos, y que por eso, es parte importante de nuestra historia e identidad”, finalizó Zamora.
Por su parte, Monseñor Jorge Casaretto, obispo emérito de la Diócesis de San Isidro, declaró: “Fue muy acertada la recomendación que el monseñor Ojea le dio al padre Oeyen, para que escribiera este libro. Es muy importante lo que están haciendo en Tigre a favor de la memoria, porque un pueblo sin memoria es también un pueblo sin futuro, que no aprende de los errores del pasado ni valora los aciertos de quienes combatieron por los otros, como lo hiciera el padre Francisco Soares”.
El padre Pedro Oeyen, autor de la obra, comentó: “El amor por la gente, por los más necesitados hasta entregar su vida por ella, es el legado que nos dejó ‘Pancho’ a todos. En el libro trato de reflejar eso, no solo contar la historia a partir de su muerte, sino cómo era él y porque lo recuerdan con tanta alegría, de hacer un humilde aporte para seguir construyendo la historia. La mirada al pasado nos enseña y da fuerzas para encarar el futuro”.
En el año 2011, el Municipio de Tigre declaró “Ciudadano Ilustre Post Mortem” al padre Francisco Soares, por sus acciones en defensa de los derechos humanos y de los vecinos del distrito. Asimismo, se rebautizó con su nombre a la excalle Catamarca y cada año se organiza un homenaje en su honor en la capilla “Nuestra Señora de Carupá”.
De igual manera, Alejandra Nardi, presidenta del Honorable Concejo Deliberante, sostuvo: “Desde hace 8 años, primero junto con Sergio Massa y actualmente acompañando a Julio Zamora, el Municipio organiza esta semana, porque lo más importante que debe tener un país y, en nuestro caso Tigre, es memoria de lo que pasó, para que no vuelva a ocurrir, reivindicar a aquellos que lucharon por sus ideales y por los que menos tenían. Eso va a permitir nuestro crecimiento como sociedad, como comunidad y por un futuro mejor, recordando una dictadura para que nunca vuelva a suceder”.
Finalizada las disertaciones, el Coro del Museo de la Reconquista interpretó los temas Honrar la Vida (de Eladia Blázquez) y Por qué cantamos (de Alberto Favero y Mario Benedetti), en el marco de la Semana de la Memoria, de la Verdad y la Justicia en Tigre.
Daniel Fariña, director ejecutivo de la Agencia de Cultura, resaltó: “Por octavo año consecutivo, el Municipio conmemora la Semana de la Memoria, algo que no ocurría anteriormente a pesar de haber estado en democracia. Es importantísimo que se continúe con estas iniciativas, porque forman un espacio que la sociedad reflexione sobre los terribles hechos que azotaron a nuestro país durante el último gobierno de facto. Tigre fue uno de los lugares que sufrieron el terrorismo de estado y es un orgullo que podamos mantener el recuerdo de quienes lucharon por los derechos de todos los vecinos”.
El padre Francisco “Pancho” Soares nació en San Pablo (Brasil), en el año 1921, y a los tres años se trasladó a Buenos Aires. En 1945, fue ordenado sacerdote y se nacionalizó argentino en 1963, integrándose a la Diócesis de San Isidro, para luego instalarse definitivamente en Carupá, donde realizara sus principales acciones en defensa de los derechos humanos. La sociedad lo recuerda como un hombre humilde, que se ganó el respeto y el cariño de la gente, trabajando por los más necesitados. En su obra, se destacan la creación de emprendimientos productivos, de un taller de zapatos y de una cooperativa para dar trabajo a quienes no lo tenían, y de un jardín maternal (que actualmente lleva su nombre).
Fue asesinado por militantes de la última dictadura militar, el 13 de febrero de 1976. Poco antes de su muerte, había participado en el entierro de delegados sindicales de los Astilleros Astarsa, que habían sido secuestrados y aniquilados por reclamar mejoras laborales.
Acompañaron el encuentro: los concejales del Frente Renovador, Marcelo Marina, Verónica Caamaño y Roberto López; el subsecretario de Empleo y Producción, Eduardo Fernández; el director general de Promoción e Inclusión Cultural, Alejandro Moyano; la presidenta del Instituto de Estudios Históricos, Mabel Trifaro; miembros de la Comisión de la Memoria, la Verdad y la Justicia de Zona Norte y otros funcionarios.
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