INTERNACIONALES
Evacuaron a más de un centenar de personas de Kabul en el primer vuelo en dos semanas
Desde el 30 de agosto sólo habían partido vuelos privados. (AFP)
Unas 113 personas dejaron este jueves la capital afgana rumbo a Doha en un vuelo comercial de Qatar Airways, el primero desde el 30 de agosto, cuando partieron las tropas de Estados Unidos. En la víspera, también había sido evacuado Zebulon Simentov, el último judío que quedaba en Afganistán.
El primer avión de la línea Qatar Airways despegó de Kabul en dirección a la capital de Qatar, Doha, informó el canal televisivo Al Jazeera. "Unos 113" pasajeros se encontraban a bordo del Boeing 777, incluyendo estadounidenses, canadienses, alemanes, británicos y ucranianos, informó el reportero de la cadena catarí desde el aeropuerto internacional Hamad.
“Están transitando por Doha. Después de que pasen por la aduana, serán llevados temporalmente a un complejo aquí en Doha, donde se alojarán evacuados y refugiados afganos", precisó. Previamente, fuentes concordantes habían dicho que había 200 personas en el vuelo.
El enviado especial de la Cancillería qatarí para antiterrorismo y resolución de conflictos, Mutlaq Al Qahtani, declaró que el aeropuerto está listo en un 90%, "pero su apertura está planeada gradualmente", informó la agencia de noticias Sputnik.Fue el primer vuelo desde que el 30 de agosto finalizara la caótica evacuación de más de 120.000 personas”
"Es un día histórico para el aeropuerto de Kabul", dijo Al-Qahtani, y agregó que los vuelos internacionales se reanudarían "progresivamente".
Este vuelo se lleva a cabo cuando los talibanes intentan afianzar su régimen, menos de un mes después de que tomaran el control de Kabul.
Imágenes difundidas por Al Jazeera mostraron a varias familias esperando con valijas en el aeropuerto de Kabul. "Estamos muy agradecidos con Qatar", dijo uno de los pasajeros.
El primer vuelo en dos semanas tuvo como destino Qatar. (AFP)
En tanto, en las calles de Kabul, fuera del aeropuerto, se veían muchos más combatientes talibanes armados que los días anteriores -incluyendo las fuerzas especiales con equipos militares-, en las esquinas y en los puestos de control del tráfico en las grandes avenidas, informó la agencia de noticias AFP.
Tensión interna
Los talibanes no dejan de reiterar que han cambiado y ya no son aquel régimen represivo, especialmente con las mujeres, que gobernó entre 1996 y 2001. Sin embargo, en sus primeras semanas en el poder muestran que no tolerarán ningún tipo de oposición.
Este jueves varias protestas en favor de la libertad fueron anuladas en la capital afgana, luego de que el nuevo Gobierno prohibiera este tipo de actos.
Durante la semana, talibanes armados habían dispersado concentraciones de cientos de personas en varias ciudades del país, entre ellas Kabul, Faizabad (noreste) y Herat (este), donde murieron dos personas por disparos.
Para poner fin a las movilizaciones, este miércoles, el Gobierno ordenó que cualquier manifestación tenía que estar autorizada por el Ministerio de Justicia, y que "por el momento", ninguna lo estaba.
Los talibanes anunciaron está semana su Gobierno de transición formado por miembros ultraconservadores, algunos de los cuales ya intervinieron en el régimen fundamentalista de los años 90.
A pesar de que los talibanes habían prometido que incluirían a miembros de otros grupos en el gobierno, la realidad es que los puestos clave anunciados están en manos de líderes talibanes: el ministerio del Interior está dirigido por Sirajuddin Haqqani, jefe de la temida red Haqqani (calificada de terrorista por EEUU) y el de Defensa por el mullah Yaqub, hijo del mullah Omar, fundador del movimiento.
Mohammad Hasan Akhund, que fue ministro entre 1996 y 2001, está al frente del Gobierno.
Este nuevo Gobierno se enfrenta a la difícil tarea de relanzar la economía del país y lidiar con los complejos problemas de seguridad, incluida la rama local del grupo Estado Islámico (EI), rival de los talibanes y que está detrás de sangrientos atentados.
El último judío de Afganistán abandonó Kabul
Tras el regreso al poder de los talibanes, el último judío de Afganistán abandonó el país este miércoles con la idea de refugiarse en Estados Unidos o Israel, según afirmó el empresario que gestionó su partida.
Nacido en la década del 50 en la ciudad occidental de Herat, hogar de decenas de miles de judíos durante 2.500 años, Zebulon Simentov declaró en abril pasado que no se quedaría en el país si los fundamentalistas islámicos regresaban al Gobierno.
"Soy el último, el único judío de Afganistán (...) Las cosas podrían empeorar para mi aquí. He decidido irme a Israel si regresan los talibanes", dijo entonces a la agencia de noticias AFP.
Cinco meses más tarde, Simentov cumplió su promesa y dejó el miércoles su país natal para vivir en una "nación vecina" antes de viajar eventualmente a Nueva York, según informó a la agencia francesa Moti Kahana, un israelo-estadounidense al frente de una compañía de seguridad. "No quería irse", puntualizó.
Durante décadas, Simentov había rechazado dejar Afganistán: sobrevivió a la invasión soviética, a la guerra civil, al primer régimen de los talibanes y a la ocupación de las tropas estadounidenses y de la OTAN.
Sin embargo, Kahana precisó que el hombre estaba amenazado de muerte por la rama afgana del grupo radical Estado Islámico y finalmente terminó por emigrar.
En total, 29 personas fueron evacuadas con él, entre ellas su "mejor amigo" y sus hijos, según indicó el empresario, quien agregó que el último judío afgano tiene familia en Nueva York y le gustaría reunirse con ella para la fiesta del Yom Kippour el próximo 15 y 16 de septiembre.
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