Su gira europea 2015, que le llevará también a Francia, Bélgica, Polonia, en un total de unos 20 conciertos. Presenta su último disco, “Tierra Colorada”, grabado en directo en el Teatro Colón de Buenos Aires, y no faltarán los temas más representativos de su extensa carrera.

Considerado una estrella internacional del género con más de treinta años experimentando su mundo sonoro, cuenta con una nominación al Grammy Latino y ha actuado en festivales y salas de todo el mundo, entre ellos el Festival de Jazz de Montreal, el Festival de Montreux o el Carnegie Hall de Nueva York. Además ha compartido escenario con Pat Metheny, Mercedes Sosa, Lila Downs, Kepa Junkera, Boby Mc Ferrin, Raúl Barboza, entre muchos otros.

Es uno de los grandes del acordeón en el planeta y acepta con media sonrisa que se le califique como el Coltrane de su instrumento. Es el gran embajador delchamamé, el folklore musical de las provincias del nordeste argentino. "Ninguna relación con el forró, del nordeste brasileño, ninguna relación con el tango", aclara. "El chamamé es rural, el tango urbano".

Frente a la pujanza de los folklores de medio mundo que han sido puestos al día, el chamamé se ha quedado en casa. "El chamamé se desarrolla en la tierra de los guaraníes, su música sufrió una transformación al contacto con los jesuitas en el siglo XVII empeñados en que aprendieran música barroca. Luego llegó el acordeón, el instrumento que yo quería tocar y que me compró mi abuelo cuando era niño".

"El chamamé se baila pero nunca llegó a los salones del tango. Se sigue bailando sobre la tierra colorada" y Chango Spasiuk saca su móvil y pone un video de un niño de apenas diez años. Un virtuoso. "Seguramente no sabe leer música pero lo que hace es increíble. Ya me gustaría a mi tener el tiempo y la disciplina para tocar esas horas".

Chango reconoce las dudas que le asaltan en el camino, la necesidad de entender: "Yo quería comprender qué era eso, qué significaba y cuando preguntaba a los veteranos me encontraba con lacónicos 'sí' o 'no'. Yo necesitaba más, así que fui experimentado con prueba y error. Mi gran revelación no fue el intento de estudiar antropología. En la universidad me encontré con las discografías de Miles Davis, el jazz y Piazzola. No quiero ser un virtuoso, me interesan las ideas".

Por el camino se ha encontrado con excelsos músicos con los que ha cruzado el fuelle de su acordeón. La lista es inmensa: Mercedes Sosa, Bobby McFerrin , Cyro Baptista, John Zorn, Marc Ribot, Chucho Valdés , Lila Downs, Fito Páez, Dino Saluzzi, Lito Vitale, Missisipi Blues Band, La Bersuit, Carlos Nuñez, Chico Cesar, Kronos Quartet o Hermeto Pascual

Su familia es de origen ucraniano y Chango significa muchacho: "Soy de la provincia de Misiones en la frontera con Brasil y Paraguay". En 1999 hizo un disco de acordeón solo. 'Polcas de mi tierra', que le sirvió para rastrear su orígenes. "Fue muy emocionante entrar en una casa en Ucrania y encontrar la misma disposición que en la casa de mis abuelos, los mismos adornos".

Chango reconoce que el acordeón del chamamé no tiene una leyenda asociada al diablo como la de'Francisco el hombre' en Colombia, en la que el mejor intérprete de la zona es retado por el diablo y Chango se queda pensando en las implicaciones. Su último disco es una grabación en directo en el teatro Colón con una orquesta de cuerdas. "Claro que conozco aGustavo Santaolalla, no hemos trabajado juntos porque estaba muy ocupado. Quizá lo que me falta es meterme en la electrónica" y lo dice como si fuera un reto como si estuviera harto de que le tomen en serio. ¿Sería capaz de tocar para un baile de chamame?. A Chango Spasiuk le ofende la pregunta. "Eso es lo que soy

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