En las próximas semanas, continuará la reactivación de las lluvias que comenzó en las últimas horas y se moderarán las temperaturas, lo que reducirá el riesgo de que ocurran nuevas olas de calor.

Así lo señala la perspectiva agroclimática estacional que difundió este jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con las proyecciones para febrero y para el final del verano.

“Se espera que, durante febrero, se reactiven gradualmente las lluvias y se moderen las temperaturas”, señala el informe de la entidad porteña.

No obstante, aclara que es probable que el proceso muestre la misma irregularidad que ocurrió en las últimas semanas, cuando de repente se cortaron las precipitaciones y sobrevino una fuerte ola de calor.

LLUVIAS CON TORMENTAS “SEVERAS”

En ese marco, esta reactivación podría ser similar a la que ocurrió a fines de diciembre y comienzos de enero, cuando El Niño “logró romper el bloqueo que afectaba a los mecanismos atmosféricos”, liberando “en forma abrupta la energía acumulada durante largo tiempo y provocando una sucesión de fenómenos extremos”, como inundaciones y tormentas severas que causaron pérdidas materiales.

Luego, tras este alivio “parcial y de corta duración”, retornó el bloque a mediados de enero “iniciando una prolongada canícula, con muy escasas lluvias, y calores extremos, causando un fuerte estrés a cultivos y pasturas, reactivando los incendios y causando todo tipo de perjuicios”, explica el estudio.

En este marco, la nueva liberación de energía que estaría ocurriendo en este momento hace que sea probable que haya “probables eventos de tormentas severas, con vientos huracanados, aguaceros torrenciales y posible caída de granizo”.

¿CÓMO SIGUE EL VERANO?

Bajo este panorama, aunque con una notoria irregularidad espacial y temporal, la Bolsa porteña asegura que “el Verano 2024 finalizará con acumulados de lluvias normales a superiores a lo normal en la mayor parte del Paraguay, el centro y el sur del Brasil, y el centro y el norte de la Argentina”.

Contrariamente, el este de Cuyo y la mayor parte de La Pampa observarán registros bajo lo normal, mientras Buenos Aires recibirá aportes abundantes en sus porciones norte y sudeste, y bajo lo normal, en el resto de su extensión.

Pero uno de los aspectos que miran con atención también en el campo son las temperaturas. Allí también hay buenas noticias: “Los calores moderarán su intensidad y reducirán su frecuencia, a la vez que comenzarán a producirse entradas de aire polar de vigor creciente, aunque sin llegar a causar heladas estivales, como durante la temporada precedente”, asegura el documento.

Ya llegado el otoño, “se incrementará la actividad de los vientos polares y, aunque el inicio de la temporada de heladas tendrá lugar entre mediados y finales de la estación, se producirán fuertes tormentas cordilleranas tempranas, inundando el Cono Sur con una masa de aire fresca y seca muy estable, poniendo fin rápidamente a la temporada de lluvias”, completa.

En esta oportunidad, sólo partes del NOA y del Paraguay, el norte y el centro de la Mesopotamia, el Planalto del Brasil, y otras zonas aisladas, recibirán precipitaciones cercanas al rango normal, mientras la mayor parte del área agrícola registrará aportes escasos, causando una rápida caída de las reservas de humedad de los suelos.