Cuando el camino se vuelve canto: un payador y 500 kilómetros de identidad gaucha

La Folk Argentina
🗓 24 de diciembre de 2025 | 20:00 hs (Argentina)

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Un viaje que nace del alma

El folklore argentino vuelve a escribir una página cargada de emoción y sentido. Un histórico payador decidió unir dos mundos —el de su tierra natal y el del festival que marcó su vida— recorriendo más de 500 kilómetros a caballo, en una travesía que habla de pertenencia, tradición y compromiso cultural.

El protagonista es Nicolás Membriani, figura inseparable del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María, quien emprendió el viaje desde Rojas, su pueblo de origen, llevando consigo el espíritu del gaucho y el respeto por una fiesta que forma parte de la identidad popular.

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Ser gaucho también en estos tiempos

La cabalgata no es solo un desafío físico. Es un mensaje. Membriani entiende el recorrido como una manera de poner en valor la cultura gaucha en el presente, sin renunciar a sus raíces.

“Hay que adaptarse a los nuevos tiempos sin dejar de ser gaucho”, expresó durante el trayecto, dejando en claro que la tradición se defiende caminándola —o cabalgándola— todos los días.

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Una historia forjada con Jesús María

Desde hace más de dos décadas, el payador forma parte esencial de la ceremonia del festival. Allí no solo consolidó su camino artístico, sino que también construyó lazos personales profundos.

Jesús María es, para él, una segunda casa. Un lugar donde el canto, la palabra y la familia se entrelazaron hasta volverse inseparables.

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El acompañamiento del pueblo

A lo largo del recorrido, no está solo. Un amigo lo acompaña desde el inicio, mientras vecinos, colaboradores y paisanos se suman por distintos tramos para alentarlo. La travesía cuenta además con caballos de relevo y apoyo logístico, preparados para enfrentar las exigencias del clima y el camino.

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Un gesto que honra la tradición

La llegada está prevista para el 8 de enero, día de apertura del festival. Está previsto que el payador ingrese a caballo al anfiteatro y participe del encendido simbólico de la llama, un acto que representa el espíritu mismo de Jesús María.

Más que un viaje, es un gesto profundo de gratitud y pertenencia. Una forma de decir, con hechos, que el folklore sigue vivo mientras haya hombres dispuestos a recorrer el país por amor a su cultura.