La información difundida por The New York Times, sostiene que el piloto primero golpea muy suave la puerta de la cabina y no le abren. Luego insiste con más fuerza y tampoco le abren. “El tipo afuera golpea la puerta muy duro y no hay respuesta. No hay nunca una respuesta”, afirma un investigador que escuchó las grabaciones que serían parte de la caja negra rescatada en la zona donde se estrelló el avión.

“Se puede escuchar que él está tratando de voltear la puerta”, agrega el investigador y sostiene que no se conocen las razones de ese episodio, pero lo cierto es que “el otro piloto del vuelo está solo y no abre la puerta”.

El informe profundiza los enigmas que rodean el accidente del vuelo 9525 que se estrelló de modo incomprensible en un día claro y sin tormenta. Uno de los datos más complejos de esta historia que dejó 150 muertos, es que el piloto sin mediar aviso de emergencia ni otras explicaciones, decidió descender desde los 9.000 metros a 1.800 metros durante nueve minutos. Y en una zona montaña como los Alpes franceses.

Remi Joutry, a cargo del equipo de investigadores, dijo, agregando más misterio al episodio, que el avión no estalló en el aire. Por el contrario: “Voló en línea recta la colisión final”. “A esta altura de las investigaciones no estamos en posición de tener la más mínima explicación o interpretación de la razón que llevó al avión a descender, porque no hubo respuesta ninguna a los constantes llamados de los controles aéreos ni se emitió ninguna llamada de socorro”, añadió. El avión finalmente se estrelló a una velocidad de 700 kilómetros por hora, y se pulverizó.

Es por eso que en la zona los periodistas y algunas autoridades hablan de “cuerpos” de las víctimas pero solo se trata de trozos minúsculos de seres humanos esparcidos en una vasta área inhóspita y peligrosa. Son más de dos hectáreas a revisar a unos 2.000 metros de altitud.

Desde el aire, “parece un paisaje salpicado de papel picado sobre un suelo rugoso, con profundos desniveles, cubierto de nieve y hielo”, declaró un piloto de la Gendarmería francesa.

La caja negra recuperada estaba muy dañada, pero el ministro de interior francés, Bernard Cazeneuve, declaró que hay esperanzas de que ayude a develar el misterio del vuelo 9525. En parte algo esta desnudando el informe de The New York Times. Esa caja tiene los diálogos en la cabina, un audio en total de dos horas.

La otra caja que llevan los aviones, con los parámetros y datos de navegación, apareció pero sólo la carcaza, el contenido no estaba. y se teme que se haya desintegrado.

Para llegar al sitio del desastre las castigadas patrullas tardan más de tres horas de fatigoso ascenso y con muchas caídas, algunas peligrosas que provocan quebraduras y heridas abiertas. También se utilizan helicópteros, pero el problema es que estos aparatos operan con tanta dificultad que la mayoría no pueden posarse y quedan rozando el suelo hasta que vuelven a levantar vuelo.

Ayer, pese a las dificultades del clima y lo escarpado de la zona, los líderes políticos de España, Mariano Rajoy, de Francia, François Hollande y de Alemania Angela Merkel, los países más afectados por la tragedia, llegaron al lugar donde se estrelló la nave. El gesto poco común en otras latitudes por parte de servidores públicos de tan alta jerarquía, mostró al trio recorriendo el sitio con gesto abrumado. Hollande y Merkel llegaron en helicóptero y Rajoy en automóvil desde Marsella.

Los escasos restos humanos que encuentran las patrullas son conducidos a los laboratorios que tienen que analizarlos, cotejarlos después con los datos genéticos que aportan los familiares, e iniciar un macabro rompecabezas para llegar a una identificación plausible.

Hollande prometió que Francia va a hacer todo lo posible para que se aclaren las causas de la tragedia. “Querida Angela y querido Mariano, pueden estar seguros de que se sabrá todo y se arrojará toda la luz sobre las circunstancias del accidente”, dijo el presidente francés subrayando la “solidaridad” entre los tres países.

Hollande ha pedido igualmente paciencia para la investigación porque el análisis de las cajas negras “será difícil”. “Necesitamos comprender qué ha pasado, se lo debemos a las familias y países afectados. Francia ha puesto medios importantes en la investigación para que podamos saber todo. Por desgracia tenemos cierta experiencia”, precisó y rescató la solidaridad entre los tres países.

Antes de realizar su declaración, Hollande, Rajoy y Merkel visitaron la capilla ardiente instalada en el pueblo de Seyne-les-Alpes, cercano al lugar del accidente. Allí saludaron a los integrantes de los servicios de rescate, pilotos y equipos sanitaristas que están cooperando en los esfuerzos para intentar rescatar los cuerpos de las 150 víctimas de la tragedia aérea.

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