Los brasileños vienen al tango. Pero el tango va poco a ellos: en los últimos 20 años, ninguna compañía local fue de gira a ese país. Hasta ahora.

Brasil está al lado. La empresa debería ser más sencilla que emprender una gira, por ejemplo, por Europa. Eso podría creer quien no está en el negocio del espectáculo. Pero Brasil, tan cercano pero también tan grande, tiene su complejidad.

“En la época del 1 a 1, se iba con frecuencia. Nosotros somos ahora la primera compañía de tango de esta envergadura que sale de gira por Brasil en más de 20 años”, afirma Cristian Caram, dueño de la tanguería Madero Tango.

El local de Puerto Madero está abierto desde hace 19 años. Capeó la pandemia con un cierre de prácticamente dos años, y hoy no solo funciona todas las noches a sala llena con un 80% de publico verdeamarelo, sino que también abrió una sucursal en Puerto Iguazú. El elenco de Misiones, con once bailarines, cinco músicos, dos cantantes y tres técnicos, será el que se suba al avión para hacer más de una docena de presentaciones durante todo septiembre en San Pablo, Curitiba, Porto Alegre y Río de Janeiro.

María Emilia Prono es una de las bailarinas. Tiene 32 años, baila desde los cuatro años, y para ella será la primera vez que sale en una gira internacional. Por estas horas, trata de manejar su ansiedad. “Es un orgullo poder llevar algo nacional y propio que se construyó con mucho esfuerzo”, cuenta sobre el show.

Nicolás Cobos, director artístico de la compañía, describe que para la gira crearon un espectáculo con todos los clásicos del tango argentino y también incluyeron cuadros de folclore, buscando una síntesis de la esencia de la música nacional. “No puede dejar de estar ‘La cumparsita’, Gardel con ‘Volver’, ‘El día que me quieras’, ‘Mi Buenos Aires Querido’, y Astor Piazzolla. Piazzolla es más reconocido afuera que acá”, afirma.

La movida de Madero Tango explica dos cosas. Por un lado, el fenómeno que genera el tango entre los extranjeros y, por el otro, las posibilidades de potenciar el arte también como un negocio.

Caram recuerda que la última tanguería que hizo una gira grande por Brasil fue Señor Tango. Detalla que desde principios de 2000 hasta ahora hubo compañías que se presentaron en el exterior especialmente en Europa del Este, donde el tango argentino despierta fervor. Pero el esquema comercial, en esos casos, implica un productor local que organiza la gira, alquila los teatros y vende las funciones. 

“Acá lo empezamos a armamos todo nosotros desde hace varios meses. Y ahora el dólar está a 720”, saca cuentas mientras habla con Clarín. Dice que la venta de tickets para los shows, que arrancan en 165 reales (unos 33 dólares), viene bien y se entusiasma con que irá aún mejor cuando lleguen a Brasil y empiecen con las promociones en la prensa y las clases de tango gratuitas que darán en las ciudades donde se van a presentar. “El objetivo es que el piso de entradas empate la inversión”, agrega.

¿Por qué es tan difícil Brasil? “Es muy grande geográficamente y te demanda una organización, una logística y una inversión muy significativa. Si bien es cerca, es importante en términos de población y les gusta tanto el tango, la verdad es que vas mucho más ‘a la descampada’”, detalla. El productor afirma que la movida les demandará unos 200.000 dólares. Sólo en vestuario, se llevarán desde Ezeiza 22 valijas.

Caram explica que el objetivo es seguir promocionando el tango argentino para mantener el liderazgo de la tanguería entre los extranjeros que visitan el país, pero no descarta consolidar una nueva unidad de negocios que se dedique justamente a girar por el mundo bailando: un producto argentino for export.

Cobos viajó por casi toda Europa bailando tango y puede interpretar qué es lo que fascina tanto al extranjero: “Como lo tenés acá también, está el tradicionalista que busca ver el compadrito, el sombrero y el típico cliché de lo que era el tango, y el que busca algo más moderno, más aéreo, los trucos. Pero a ambos, lo que les encanta es la pasión que se transmite en el baile: ver dos cuerpos fusionándose juntos dentro de la danza, porque el tango es una de las pocas en las que se baila abrazado”.

El también cree que, más allá de la oportunidad para la compañía, esta gira es una oportunidad para nuestra danza emblema. “Cuando el tango sale, es tanto o más reconocido que en Buenos Aires. La gente va al teatro realmente a ver un espectáculo. Conocí público que recorrió kilómetros dentro de su país para ir a un show porque no tenía la posibilidad de viajar a la Argentina. Ojalá podamos acercarle a más gente la posibilidad de ver tango argentino”, concluye.

AS