NOTICIAS DE TANGO
Un lugar donde siempre sonaba la música
Soy Nicolás Guerschberg, pianista y compositor argentino. Formo parte de Escalandrum y del Quinteto Astor Piazzolla, y en estos días estoy muy emocionado porque con mi hermano Alejandro estamos presentando nuestro primer álbum juntos como solistas, en dúo de piano y bandoneón.
Contra las cuerdas es el nombre que le dimos a este disco en el que tratamos de pintar nuestra mirada sobre Buenos Aires a través de composiciones originales entre el tango y el jazz. Y no es un disco más: tiene un significado muy profundo para nosotros, tanto en lo musical como en lo emotivo, ya que los lazos familiares están muy presentes en cada uno de los temas. Con Ale nos criamos en un hogar lleno de música y de estímulos. Yo empecé a tocar el piano a los seis años, y hasta los doce me concentré exclusivamente en la música clásica que me daban en el Conservatorio. Después, ya en la adolescencia, empecé a bucear en la música popular, en especial en el jazz y luego en el tango. Más tarde vino la composición y nunca más paré de buscar por esos lugares. Con mi hermano Ale tocamos juntos desde que él empezó con el bandoneón, siendo los dos muy jóvenes. Hicimos de todo: acompañamos a cantantes tan diversos entre sí como Raúl Lavié, Ute Lemper, Susana Rinaldi, Julieta Venegas, Fabiana Cantilo o Julia Zenko, entre muchos otros. También tocamos juntos acompañando a orquestas, y grabamos discos como sesionistas de otras agrupaciones. Como si fuera poco, tuvimos la suerte de irnos juntos de gira a muchos lugares remotos como el Medio y Lejano Oriente, Europa, Centroamérica, sumando una serie de lugares y experiencias musicales y fraternales compartidas.
Soy Alejandro Guerschberg, y como dice Nico, venimos de una familia muy musical. Mi casa fue un lugar donde siempre sonaba música: mi papá cantaba y componía canciones con la guitarra, mi hermano Nico estudió piano desde que tengo uso de razón. Nuestra madre conoció a nuestro padre en el coro de la escuela secundaria, cuando él lo dirigía y ella cantaba. Una vez casados, mi padre, que era médico, instaló un consultorio en casa. Mientras él atendía a sus pacientes, en la habitación contigua mi madre ponía discos para que sonara música durante las consultas. A lo largo de su vida, él le dedicó varias canciones y poesías. Ella también fue la encargada de recopilar y ayudarlo a editar algunos libros de canciones y poesías. Y yo, mientras crecía en ese ambiente de afecto y de música, acompañaba a Nico a sus primeros shows mientras él me compartía montones de discos y libros. Yo arranqué tocando la guitarra, estudié varios años, pero en la adolescencia me enganché con el tango, sobre todo con Piazzolla, y ahí cambié de instrumento y opté por el bandoneón.
El recientemente fallecido Julio Pane fue el que me enseñó a dar mis primeros pasos con el fueye. Fue muy generoso conmigo, hasta me prestó el bandoneón que había heredado de su papá durante un tiempo en el que yo tuve que reacondicionar el mío, y tiempo después me ayudó a conseguir el bandoneón que uso hasta el día de hoy. Pane me marcó el camino, no solamente desde lo técnico sino desde lo expresivo. Recuerdo cómo me hablaba sobre las letras de los tangos y sobre cómo plasmar en los arreglos las imágenes poéticas de cada letra. Otro gesto de generosidad que lo pinta de cuerpo entero es que vino a verme a mi primer concierto en la Biblioteca de Ciegos en Caballito. A lo largo de todos estos años, tocar con mi hermano es una suerte tremenda y quisimos plasmarlo en una obra nuestra. Este proyecto nace de la necesidad de contar algo propio desde nuestra relación de hermanos y desde la música como puente entre nosotros, nuestra familia y el mundo. También es un homenaje a nuestro padre, quien partió hace poco y quien fue el que nos inculcó el amor por la música desde muy pequeños. Las obras son una selección de composiciones de distintas épocas y etapas, y fueron arregladas especialmente para este formato y ocasión.
*Músicos.
COMPARTIR:
Notas Relacionadas
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!