Viernes 23 de Mayo de 2025

Hoy es Viernes 23 de Mayo de 2025 y son las 17:23 - Estas escuchando LA FOLK ARGENTINA la radio del folklore desde Tigre Bs As Argentina / mail:[email protected] / twitter:@lafolkargentina / fan page:radio la folk

CAMPO

La Patagonia sigue en guardia por la barrera sanitaria: “Fue una medida sorpresiva y avasallante”

El secretario de Ganadería de Río Negro analizó los vaivenes en torno a la decisión del Gobierno Nacional de dejar entrar carne con hueso a la Patagonia y remarcó el circuito económico que se generó en la región gracias al status sanitario diferenciado.

“Fue una medida sorpresiva y la consideramos avasallante”, afirmó Tabaré Bassi, el secretario de Ganadería de la provincia de Río Negro, acerca de la decisión que el Gobierno Nacional había tomado en marzo en relación a la ganadería de la Patagonia: flexibilizar controles en la barrera sanitaria del río Colorado, que divide a la Argentina entre libre de aftosa con vacunación (al norte) y sin vacunación (al sur.

La zona rápidamente se abroqueló y unificó posiciones. Las provincias reclamaron desde el más alto nivel político y rápidamente la Casa Rosada puso una pausa en el avance. Al principio fue por 90 días, y recientemente se determinó esperar por las consultas que se realizaron al Exterior, para coordinar exportaciones.

La situación, claro está, no dejó definitivamente tranquilos a los ganaderos de la región. Ni para quienes producen animales bovinos, ni para quienes tienen ovejas.

“Los costos de producción en la Patagonia son muchos más altos que en el resto del país y naturalmente mayores que en la Pampa Húmeda. Es muy probable que, si se implementa esta medida, todos los engordes a corral que se han desarrollado en la provincia, el incentivo a la producción de maíz y a la producción de alfalfa, se caigan o retrocedan significativamente”, sostuvo el funcionario durante una entrevista con la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.

LA BARRERA SANITARIA, “UNA CUESTIÓN GEOPOLÍTICA”

Para Bassi, la importancia radica en que es “una cuestión geopolítica”: plantea la idea de qué busca hacer la Argentina en áreas “marginales” en las cuales la competitividad no está dada naturalmente.

“En 2001, cuando se estableció el nuevo esquema sanitario contra la fiebre aftosa, se fijaron zonas con vacunación y sin vacunación, con estas restricciones, que se respetaron siempre a rajatabla. Esto se hizo con el mercado internacional, con los países importadores, dijimos éstas son las condiciones con las que vamos a exportar”, expresó.

Y señaló: “Hoy tenemos exportación de carne ovina con hueso hacia la Unión Europea, a Japón de carne bovina, algunos vínculos comerciales con Chile, con el que estamos gestionando para hacer acuerdos y que se puedan comercializar hacienda en pie, pero se ha tomado en Argentina una decisión interna que va a contramano de lo que hacen los mercados mundiales, sin consultar con el resto de los mercados sobre qué puede significar este cambio interno”.

Cada país que te compra carne evalúa tus condiciones internas. En Argentina no somos confiables, recordemos que en 2001 cuando tuvimos el brote de fiebre aftosa, Senasa lo primero que hizo fue esconder ese brote. A partir de ahí generamos desconfianza y cada cambio que hacemos el mundo nos mira con cuidado”, apuntó.

LA RECONVERSIÓN DE RÍO NEGRO

Por otro lado, le funcionario explicó que la provincia de Río Negro tiene actualmente un stock de 700.000 cabezas bovinas, cerca del 2% nacional. Es, sin embargo, el 45% del stock de la Patagonia.

“En los últimos 10 años hemos tenido un crecimiento muy importante. Estamos en un punto de equilibrio entre lo que permite la receptividad de los campos y la carga animal que tenemos a nivel provincial”, informó.

En la entrevista con el portal educativo de la Universidad, llamado “Cosecha Propia”, Bassi explicó que Río Negro “siempre fue una provincia de cría, que producía terneros para comercializarlos en la Pampa Húmeda”.

“No agregábamos valor, pero en 2013 hubo un punto de inflexión, porque en el norte de la región Patagónica que aún vacunaba, se dejó de vacunar y se integró todo el territorio de la Patagonia en un único estatus sanitario. A partir de ahí no pudo entrar más novillo con destino a faena a la región, ni carne con hueso, y la región se vio obligada a producir sus propios novillos”, recordó.

De ese modo la región comenzó a retener terneros a un ritmo de 150.000 cabezas por año. “Esos animales quedaron en la región y nos transformamos en una región de recría y engorde, con incentivo a la producción de maíz y de alfalfa para poder abastecer esos novillos para engorde”, explicó.

“Estimamos que en los últimos 10 años hemos podido alcanzar un valor agregado de 150 millones de dólares por año, que para estas zonas marginales es algo muy positivo”, cerró.

COMPARTIR:

Comentarios

Escribir un comentario »

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!